Un asunto que molesta terriblemente a los habitantes quiteños es el cobro indiscriminado e injusto en ciertos lugares por el uso de los parqueaderos, especialmente en los centros comerciales, a donde la gente acude a consumir y proporcionarles ganancias. Sin embargo, algunos de estos centros dan al cliente cierto tiempo de “cortesía”. Si se quiere hacer uso de este “generoso beneficio”, hay que cronometrar el tiempo y salir corriendo a buscar los consabidos “puntos de pago” para dar cumplimiento a este engorroso trámite. Si, por desgracia, se pierde el ticket, el dueño del vehículo está obligado a cancelar la “módica” suma de $10. Una absurda política extorsionista e inventada, como si no fuera suficiente la presentación de la matrícula y la cédula del propietario, para acreditar su pertenencia. Este incidente me ocurrió en el CCI donde, no contentos con cobrar inconsultas sumas, me obligaron a pagar los $10 por este concepto y, pese a mis alegaciones, el alevoso y grosero supervisor adujo que estos cobros y multas respondían a una disposición municipal. ¿Por qué en otros centros comerciales no se cobra este servicio?
Fabiola Carrera Alemán
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