Juan Sebastián Vargas
Los controles de velocidad en las ciudades son necesarios e importantes, eso es indiscutible, sin embargo cuando las sanciones son desproporcionadas se debería hacer un análisis pormenorizado y en el caso de nuestra ciudad y país habría que revisar el verdadero impacto que está generando en los conductores, la queja de la mayoría de los ciudadanos es valedera y debería ser tomada en cuenta y es que los equipos colocados en las zonas estratégicas de la ciudad son tan precisos que no dan margen de error, es decir si en efecto su vehículo sobrepasa los 60 Km de velocidad la sanción es de $375 dólares.
Para tener un punto de referencia me he permitido investigar las sanciones que se imponen en algunos lugares del mundo como para entender si estamos o no acorde a la realidad de nuestro país, en Florida por ejemplo las multas son progresivas es decir si se excedió hasta 15 Mph sobre el límite de la vía, la sanción es de $219, si el exceso es entre 15 Mph hasta 29Mph sobre los límites permitidos las sanciones llegan hasta $294 y claro si el conductor excede las 30 Mph sobre el límite máximo tendrá que acudir a la corte y un Juez determinará la multa a aplicar, pero hay que tomar en cuenta que el salario mínimo en Florida es de $8,10 la hora es decir existe un promedio de $1.360 dólares al mes. Pero para no irnos muy lejos y colocar un ejemplo más cercano, en Colombia la multa establecida por exceso de velocidad para el 2017 es de $368.850 pesos, es decir $121,72 dólares, en el caso de Perú las multas pueden oscilar entre $432 a $729 soles es decir de $132 a $222 dólares.
Revisando estas cifras podemos determinar con total certeza que las multas en nuestras ciudades son descomunales y no están acordes a la realidad y a la economía del Ecuador, de hecho nuestra ciudad se ha visto afectada, la semana pasada una persona me comentó que tuvo una experiencia desafortunada luego de haber pagado más de 800 dólares por un viaje de negocios.
Mi artículo no pretende criticar al control de velocidad como tal ya que es necesario por supuesto, más bien procura expresar el malestar de muchos ciudadanos que sentimos que las sanciones no son justas y exigimos una revisión urgente.