POR: Manuel Báez R.
Recordemos aquel hecho histórico que por obligación crearon los Montesquieu, Mills y Madison. Inventaron la mayor parte de las formas políticas que todavía aceptamos como naturales. Sin embargo, apareció un Correa hace 10 años, con cambios sin ninguna imaginación, y persiguió a los partidos políticos hasta quitarles la hegemonía de su militancia. Indudablemente este acontecimiento deterioró la democracia que todo país tiene cuando existen los partidos políticos como requisito para vivir en plena democracia. Este fue el primer paso para hacer un gobierno nefasto con la destrucción de sus fundamentales estructuras, para luego perseguir a toda organización social, gremial, comercial, cultural, educacional, etc.
Frente a la obsolescencia política, estructural que vivimos, debemos llevar esta cuestión a consideración de los expertos y al público mismo… Debemos desencadenar el más amplio debate sobre la necesidad de un nuevo sistema político sintonizado con las necesidades de la civilización. Necesitamos conferencias, programas de televisión, discusiones, ejercicios de simulación, convenciones constitucionales para generar el más amplio despliegue de propuestas dirigidas a la reestructuración política, a hacer brotar un torrente de ideas nuevas; para lo cual debemos utilizar las herramientas más avanzadas a nuestro alcance: desde computadores, hasta video discos y televisión interactiva.
Todo esto debemos hacer para vitalizar la democracia tan venida a menos en los últimos 10 años de ingrata recordación.
Tenemos que ser radicales en esta reorganización política – social del Ecuador, solo así restauraremos la vida democrática, tal como nos merecemos por naturaleza y tradición, para seguir trabajando por el bien de nuestra Patria, cuyo destino más allá de intereses personales.