Ballet Nacional del Ecuador celebra 37 años con ‘Días de locura’

Gala. Cada elenco presentará un extracto de su trabajo. (Fotos: BNE)
Gala. Cada elenco presentará un extracto de su trabajo. (Fotos: BNE)

‘Días de locura’ conmemora 37 años de trayectoria del BNE. Hoy y mañana son las funciones.

“La vida al igual que la danza está en movimiento. Los públicos se van renovando y por lo tanto los artistas no deben anquilosarse. Es por esto que los coreógrafos también se renuevan, por eso hay siempre una frescura en un remontaje, en un reestreno”.

Con estas palabras el maestro Rubén Guarderas, director del Ballet Nacional del Ecuador (BNE), explica el sentido de la obra que se presenta hoy y mañana para celebrar los 37 años de vida del BNE.

‘Días de locura’, del maestro Jaime Pinto, es la propuesta del Ballet, la misma que se presentó en Ecuador en los 80’, y que ahora evidencia los cambios y avances de la institución.

“Por entonces, el Ballet Ecuatoriano de Cámara fue el encargado de montar esta obra del maestro Pinto. Hablamos de unos 16 bailarines en escena. Ahora estamos frente a 80 bailarines pertenecientes a los cuatro elencos con los que contamos”, expone Guarderas.

Justamente, durante estas veladas de celebración –que se exhiben a las 19:30 en el Teatro Nacional de la Casa de la Cultura Ecuatoriana (CCE)- se presentan extractos de las obras representativas de los grupos que conforman el BNE.

“Presentaremos un gran collage. Tenemos la participación de los elencos con cada uno de sus estilos. Hay un pedacito de ‘Chakana’ (Ballet Metropolitano), algo de ‘El jardín de los hombres solos’ (Ballet Contemporáneo), un pedacito de ‘Fiesta Ecuador’ (Ballet Urbano) y otro de ‘El Cascanueces’ (Ballet Ecuatoriano de Cámara). Luego todos se incorporan para bailar ‘Días de locura’.

Reestreno

‘Días de locura’ es una remembranza a los 20’, una época en la que el charlestón llegó a su máxima expresión, iniciándose en EE.UU. y expandiéndose a todo el mundo, provocando una sensación de libertad después de una época conflictiva de guerra.

“Tenemos al jazz, al blues y al charlestón como musicalidad para entender los primeros años de este viejo siglo XX. Tomamos esa época porque ahí está toda la efervescencia del arte frente a la guerra. A partir de la Primera Guerra Mundial y durante todo el siglo XX fuimos testigos de la capacidad del hombre para crear maquinaria para matar”, señala el Director del BNE.

Frente a esta realidad, y es lo que pretende mostrar la obra, “el arte dio un vuelco a la vida, porque somos alegría. Los escenarios salieron con mucha luz, todo se iluminó dentro de los teatros y el trabajo escénico se enfocó en una reflexión profunda de lo que se vivía como punto de quiebre”.

Evolución

Pese a que los bailarines están día a día en movimiento, el montaje resulta todo un reto. “Cuesta, porque hay que ensamblar. Hemos logrado desarrollar diferentes estilos y debes trabajar con cada uno de los bailarines para conseguir una misma uniformidad: es muy duro poner 80 bailarines en escena con la misma musicalidad y el mismo ímpetu”, dice Guarderas.

TOME NOTA
Las funciones del 31 de julio y 01 de agosto son gratuitas. Puede retirar los pases de cortesía en el BNE (Abascal y Cochapata) o en Metrodanza (Edificio de los Espejos, CCE).De manera didáctica, el maestro principal del BNE explica que esto se puede entender desde el alimentarse: “Comemos todos los días, pero imaginemos que vamos a Italia, tú puedes comer pizza y pastas en Ecuador, pero tu organismo debe adaptarse a la nueva forma en que preparan los alimentos allá. Todos los días comes, pero debes adaptarte. Nuestros elencos bailan todos los días, pero deben ensamblarse”.

Sobre el remontar una obra tras décadas, Guarderas indica que “cada montaje y remontaje tienen un momento rico porque hemos trabajado con bailarines diferentes, la sociedad tiene otros timbres sonoros, hay otras atmosferas y trabajamos en una sociedad cambiante y eso se refleja en cada reestreno”.

CIFRAS
80 bailarines de los 4 elencos están presentes.
Por su parte, durante estos 37 años, el maestro Guarderas recuerda cómo en un inicio presentaban funciones llevando cuadrillas para levantar entablados para poder presentarse en distintos lugares del país, hasta llegar a captar la atención de 20 mil espectadores en el pasado junio presentando obras para niños. “Las obras infantiles son el público de mañana. Para lograr nuestra tarea, debemos agradecer a los gobiernos ecuatorianos, ni me acuerdo cuantos presidentes hemos tenido, pero todos han apoyado para canalizar a la danza y al BNE como una política de Estado”, concluye. (DVD)