Tele comunidad

POR: Manuel Báez R.

En cierto modo podemos decir que somos afortunados al disponer de estaciones de televisión de antena abierta. Éstas son de carácter particular, gremial y estatal, por eso nos podemos movilizar rápidamente hacia la comunidad, lo que nos hace desplazar con elevada rapidez y cotidianamente hacia la propia comunidad, aunque hay ciertos mensajes que nos llevan por otros senderos que nos obliga a poner mucho cuidado.

No obstante este beneficio, veamos lo que puede suceder en el marco de las relaciones interpersonales, particularmente en aquellos que por cualquier circunstancia cuando existe cierta pasividad, concretamente para una persona limitada o tímida, con relativa incapacidad de salir de la casa a enfrentarse cara a cara con la gente. Para esto está posible un interactivo contacto electrónico con otros que comparten aficiones o intereses similares, pues la televisión es el mayor antídoto contra la soledad para superar estas cualidades pasivas.

Sin embargo, la televisión tal como la conocemos hoy, en la que los mensajes incurren en una sola dirección y el receptor pasivo se ve en la imposibilidad de interactuar con la parpadeante imagen de la pantalla, esto quiere decir que falta mucha técnica para emitir los mensajes que tienen que ser de mucha profundidad.

Definitivamente, las comunicaciones selectivamente aplicadas pueden servir al objetivo de la tele comunidad, pues es un medio muy poderoso que fácilmente puede dirigir correctamente a la comunidad, con resultados muy positivos y acordes con el adelanto de la humanidad, factor que actualmente necesitamos cultivar.

En resumen, mientras más construimos una civilización, hay muchas cosas que podemos hacer para mantener y enriquecer, más que destruir, la comunidad.