‘La intimidad es política’ se exhibe en el MET-Quito

Mural. Un vistazo al ‘Milagroso Altar Blasfemo’, de Mujeres Creando.
Mural. Un vistazo al ‘Milagroso Altar Blasfemo’, de Mujeres Creando.

‘La intimidad es política’ se toma los espacios del MET para reflexionar sobre el género y el poder.

DAMIÁN DE LA TORRE AYORA

“La exposición, en general, busca abrir las puertas de nuestras mentes para entender que hay muchas formas diferentes de vivir la vida y la sexualidad, y que hay muchas formas de compartir el poder”.

Así resume Rosa Martínez a la muestra ‘La intimidad es política: sexo, género, lenguaje, poder’, que ocupa todas las salas, terrazas y patios del Centro Cultural Metropolitano (MET-Quito).

A través de la propuesta de 17 artistas y colectivos, de distintas partes del mundo, el público puede dialogar y debatir sobre el género como construcción social.

Martínez –primera mujer en dirigir la Bienal Internacional de Venecia (es decir, la primera en hacerlo en 110 años)- explica en un recorrido con los medios que la “balanza aún es desproporcionada” y el “tema de igualdad de género, en la práctica, continúa siendo un discurso”.

Como para irrumpir en dicho discurso, una serie de fotografías, instalaciones, videos, pinturas, esculturas, murales e intervenciones, entre otras expresiones, se exponen de manera tan crítica como reflexiva, marcando un espacio de resistencia y disidencia.

Dedo en la llaga

Si se sigue un recorrido sistemático, habría que arrancar con el primer ambiente de la Sala I del MET, donde la artista sudafricana Zanele Muholi muestra una serie de retratos –y su autorretrato- para cuestionar a los cánones de belleza, a la categoría de razas y a la imponente colonialidad.

Pero vale la pena arrancar por una de las obras que está en el cenit del MET, cerca de la cúpula de la iglesia de La Compañía, donde un altar queda impregnado a través de un mural. Se trata del ‘Milagroso Altar Blasfemo’, del colectivo boliviano Mujeres Creando, donde entre algunas pinturas destacan las vírgenes ‘Protectora de las Aborteras’, ‘Trans’, ‘Dolorosa del Femicidio’ y la ‘Pecadora’.

Una obra que en pocos días ya ha generado polémica; y desde ahí, más allá de estar a favor o en contra de su contenido y forma, revitaliza el debate en torno al arte. También, ha generado ciertos condicionamientos.

TOME NOTA
La muestra estará hasta el 29 de octubre de 2017 en el MET-Quito (Espejo y García Moreno).Por ejemplo, el propio Municipio de Quito, antes de admirar la obra, exige al espectador firmar un ‘acta de liberación de responsabilidad’, donde indica que el mural le resulta “ofensivo” y no está de acuerdo en la forma de expresarse del colectivo. Indica también que respeta el derecho a expresarse y “se opone a cualquier tipo de censura”.

Efectivamente, no hay censura, pero ¿cuánto condiciona el firmar dicha acta? Además habría que preguntarse: ¿El espectador no está en la capacidad de sacar sus propias conclusiones frente a la obra?

En fin, lo que parecería una reacción contraproducente frente a una propuesta artística, termina siendo el ‘touché’, el jaque-mate a favor de Mujeres Creando y de la curaduría de Martínez, pues solo reafirma aquel juego de poder que sobrepasa a la intimidad.

Tras firmar el acta, mirar el altar y sacar sus propias conclusiones, el espectador puede dirigirse a la terraza donde se encuentra la propuesta de Regina José Galindo, artista ganadora del León de Oro a la mejor artista joven en Venecia (2005), quien presenta la obra ‘No violarás’, una instalación que se ubicó en una zona guatemalteca donde violar a las mujeres era lo más normal para una banda que operaba sistemáticamente, y que ahora se exhibe en el MET teniendo como fondo la Plaza de la Independencia, además de instalarse en algunas calles de Quito.

Retratos. El público admira a las ‘146 mujeres’ registradas por Sierra.
Retratos. El público admira a las ‘146 mujeres’ registradas por Sierra.

Algunas propuestas

Santiago Sierra, un español que se considera apátrida, presenta ‘146 mujeres’, que reúne ese número de retratos de mujeres indias fotografiadas de espaldas en Vindraban, la ciudad de las viudas, donde emigran tras la muerte de su esposo. Curiosamente, y para reflexionar, esa diáspora tras la pérdida del cónyuge no derriba otras formas de exclusión que se vive más allá del género, como el hecho de que las castas sociales en la India aún imperan tras el éxodo.

La española Cristina Lucas presenta el video ‘Habla’, donde con un mazo destroza a una réplica del ‘Moisés’ de Miguel Ángel. Desde este registro, se puede ver a una artista irreverente que se rebela a toda institucionalidad: cada golpe cuestiona esa idea de lo divino y el rendir reverencia a las imágenes (hay que recordar la escena de Moisés y su ira por el becerro de oro) y se rebela al propio arte (despedaza simbólicamente a una obra clave de Miguel Ángel).

Ecuador está presente con las propuestas de Saskia Calderón (preparó un performance), Juana Córdova y Santiago Reyes. Córdova presenta ‘Lluvia de semillas’, donde reflexiona sobre el progreso y sus amenazas al abordar la tala y la proliferación de piscinas camaroneras; mientras que Reyes trae ‘Eric y yo durmiendo’, una valla que fue censurada en la Bienal de Cuenca de 2007, donde una pareja de hombres está durmiendo y uno de ellos está con el pecho descubierto y el otro lleva la camiseta de la selección ecuatoriana de fútbol.

Participantes

Artistas y colectivos

Amal Kenawy (Egipto)

Cristina Lucas (España)

Guerrilla Girls (E.E.U.U.)

Juana Córdova (Ecuador)

Katia Sepúlveda (Chile)

Marina Abramović (antigua Yugoslavia)

Mujeres Creando (Bolivia)

Mujeres y hombres de comunidades indígenas zapatistas de Chiapas (México)

Nora Pérez (Guatemala)

Núria Güell (España)

Priscilla Monge (Costa Rica)

Regina José Galindo (Guatemala)

Sandra Monterroso (Guatemala)

Santiago Reyes (Ecuador)

Santiago Sierra (apátrida)

Saskia Calderón (Ecuador)

Zanele Muholi (Sudáfrica