QUITO
Esta es una tormenta que no pasa. Sobre el paraguas de Alianza PAIS las gotas caen cada vez más fuerte. Hace pocos minutos, el presidente, Lenín Moreno, acabó de firmar el decreto ejecutivo 100, mediante el cual le retira a su vicepresidente, Jorge Glas, todas las funciones que le había encargado.
Todas. Y en el decreto se enumeran todas: Glas ya no será encargado del Consejo Productivo, ni del Consejo Consultivo Productivo y Tributario, ni tampoco estará a cargo del Comité de la Reconstrucción.
La decisión se veía venir. Moreno dijo ayer, en medio de una reunión con los prefectos, que tomaría decisiones respecto de Glas, señalado por diversos sectores dentro de los escándalos de corrupción que se evidenciaron en el anterior Gobierno. Además, se da en medio del pedido de toda la oposición y sectores ciudadanos de que Glas renuncie o sea cesado en sus funciones.
El decreto se firma luego de una carta firmada ayer por Glas en la que criticaba en duros términos a Moreno y sugería incluso que era Moreno quien estaba facilitando una corrupción institucionalizada e incluso que estaría alistándose para “perseguir a sus antiguos compañeros” para satisfacer la sed de venganza de “sus nuevos amigos”.
Esta carta, al parecer, fue la gota que agujereó el paraguas, porque Moreno, en uno de sus considerandos, escribe: “Que tanto la lealtad como el compromiso asumido por el proyecto político de la Revolución Ciudadana implican servir a la Patria en unidad de esfuerzos, lo cual no ha sido debidamente entendido por el Vicepresidente de la República”.
Hasta el momento, no ha habido reacción del Vicepresidente y el bloque de Alianza PAIS suspendió su vacancia legislativa para reunirse y tratar el tema, en medio de una evidente división.
Quien sí se pronunció fue el expresidente Rafael Correa, quien en su cuenta de Twitter escribió: “¡Ups! ¡El ‘diálogo’ solo ha sido para los que odian la Revolución! Adelante, JORGE. Tómalo como una condecoración. (ASC)