Resolución sobre casación de Pepe Acacho queda otra vez pendiente

PROCESO. La audiencia se dio en la sala de casación de la Corte Nacional de Justicia.
PROCESO. La audiencia se dio en la sala de casación de la Corte Nacional de Justicia.

Ocho años de juicio y todavía tendrán que esperar a que un juez regrese de vacaciones.

Han tenido que transcurrir casi tres años para que la Sala Penal de la Corte Nacional de Justicia atienda el recurso de casación presentado por los dirigentes indígenas shuar Pepe Acacho y Pedro Mashian, sentenciados a 12 años de prisión por terrorismo y sabotaje. La audiencia se dio ayer, pero ahora tendrán que esperar a que el juez ponente, Édgar Flores, regrese de vacaciones para conocer la fecha en que se leerá la resolución.

Los dos dirigentes son vinculados por la muerte del profesor indígena Bosco Wisuma, ocurrida durante una protesta en 2009 contra la Ley de Agua, promovida por el Gobierno de Rafael Correa. Después de tres intentos fallidos, ayer finalmente pudo instalarse la audiencia para conocer este recurso que fue presentado en 2014.

La sentencia de primera instancia se dictó en julio de 2013, en agosto del mismo año los sentenciados presentaron la apelación y en septiembre les dieron la razón. Pero recién en agosto de 2014 la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Morona Santiago rechaza los recursos y confirma la sentencia en todas sus partes.

Julio César Sarango, abogado de los procesados, fundamentó el recurso de casación en las supuestas violaciones que se habrían perpetrado en contra del debido proceso, la Constitución y la Declaración de los Pueblos y Nacionalidades Indígenas. Citó, por ejemplo, la presentación tardía de la acusación particular por parte del Ministerio de Justicia. Lo debía hacer a los 90 días, pero lo presentó a los siete meses.

Los criterios

“No somos terroristas, somos guerreros, hombres de la selva, hechos para el trabajo y para defender sus tierras”, dijo Acacho, cuando los jueces del Tribunal de Casación de la CNJ le dieron la palabra, al término de la audiencia que duró más de tres horas.

Dijo que tiene la conciencia tranquila y que no tiene nada que temer, porque no hay una sola prueba que le incrimine en el hecho que se investiga y que la sentencia en su contra es producto del odio del expresidente Correa.

Agregó que ha tenido que vivir ocho años de incertidumbre y que cuando lo detuvieron y encarcelaron, le presentaron al mundo como un terrorista y asesino de un ser humano.

De su parte, Pedro Mashian, dijo que aman la paz y la vida, pero que en cualquier circunstancia sabrán defender sus territorios. Que el conflicto que ahora enfrentan es producto de la “política de odio que generó el expresidente”. (LC)