Sogas de cabuya, una actividad que se resiste a desaparecer

Costumbre. La confección de las sogas continúa, pese a no ser un trabajo fácil
Costumbre. La confección de las sogas continúa, pese a no ser un trabajo fácil

Este oficio se ha convertido en la forma de vida de Heriberto Chango, artesano de Churumanga del cantón Pelileo.

TUNGURAHUA, LA HORA · Desde épocas ancestrales uno de los productos más sustentables en las comunidades andinas es el penco o la cabuya, planta cuya característica especial se establece en la obtención de muchos productos como el ‘mishqui’ dulce, que es la sabia que sale del tronco de esta planta, además de otros objetos como su madero y la fibra.

Heriberto Chango, de 31 años de edad, oriundo de la comunidad Churumanga alto de la parroquia el Rosario-Pelileo (Tungurahua), aprendió el oficio de tejer sogas de cabuya, desde muy niño, de su madre Ramona de 65 años. Ella le enseñó este oficio que le permite sobresalir y aportar con los gastos de su familia.

Las manos de este artesano son fuertes y hábiles, prepara varias hebras de hilo de cabuya con una rapidez sin igual, las ajusta pisando con el pie y comienza a dar las vueltas con las palmas de sus manos.

La familia de Heriberto utiliza este material para amarrar los borregos y demás animales que tienen en sus terrenos, también usan para amarrar la hierba o los costales con cebada y trigo.

Proceso

Chango cuenta que el proceso para obtener la fibra tarda hasta 30 días, el ritual inicia con la cosecha de las hojas de la cabuya de color verde.

La planta debe haber cumplido siete años de maduración para su utilidad, las hojas alargadas y gruesas son cortadas verticalmente con una cuchilla elaborada con hueso de animal.

EL DATO
Las sogas se comercializan en las plazas y mercados de Ambato, Latacunga, Pelileo y su costo es de 50 centavos por metro.La materia prima es introducida en tanques con agua con el propósito de que se descomponga por tres semanas. Esta se pudre y empieza el proceso al que se le llama ‘tzawar shikina’ (triturar la hoja del penco verde).

Chango golpea en una piedra para que los hilos queden sueltos y finalmente los seca al aire libre. Esta tradición artesanal aún la practican los habitantes de la comunidad Crurumanga.

Actividad. La obtención de la fibra debe ser fina y manual.
Actividad. La obtención de la fibra debe ser fina y manual.

Actividad
Mientras desata y entrelaza las fibras de cabuya, menciona que gracias a este oficio podrá enseñar a sus hijos las costumbres que tenían sus ancestros.

El artesano explica que la cabuya la utilizaban principalmente para asegurar los animales pequeños. “Pero ahora las personas prefieren comprar en material plástico que son hechos en fábricas”, señala.

Heriberto indica que cuando hace este oficio se olvida de sus preocupaciones, de la mala economía y otras cosas. “Es entretenido sentarse y ponerse a tejer, forma parte de mi vida”, recalca.

Tradición
Pocas familias aún mantienen la costumbre de elaborar sogas. “Este oficio tradicional se va perdiendo con el paso del tiempo y en la actualidad hay pocas familias de la comunidad que se dedican a la elaboración y la venta de estos objetos con cabuya”, cuenta Ramona.

EL DATO
Esta técnica ancestral tiene más de 200 años de existencia.A decir de esta artesana, el material de la cabuya es resistente y suave para ser utilizado en animales, por lo que debido a su experiencia ella recomienda a sus clientes comprar las sogas de cabuya hasta que los animales críen y luego es mejor utilizar el material más resistente como plástico.

Con su mirada fija hacia su trabajo, el joven artesano explica que en la antigüedad la soga confeccionada con la cabuya se usaba especialmente en los quipus, donde aprendían los niños a sumar y a contar a través de nudos.

“En todas las casas elaboraban las sogas de cabuya, ahora son pocas las familias que mantienen esta práctica y está desapareciendo porque utilizan solo lo sintético”.

Heriberto comentó que muchas personas que se dedican a este oficio son de la tercera edad. “Es por eso que quiero romper la cadena, aprendí desde muy niño y no me gustaría que el tejido de las sogas con la cabuya también desaparezca, desearía que se incentive para que no se olvide esta tradición”. (DA)