22 mil ampollas de morfina caducaron antes de llegar a pacientes

SERVICIO. En la Fundación de Cuidados Paliativos han sido atendidas alrededor de 18.000 personas, en 18 años.
SERVICIO. En la Fundación de Cuidados Paliativos han sido atendidas alrededor de 18.000 personas, en 18 años.

Un traspié burocrático hizo que se libere la medicina cuando ya estaba caducada.

Alrededor de 22.000 ampollas de morfina terminaron desperdiciadas, en vez de servir para los cuidados paliativos de muchos pacientes que no encuentran en la red de salud pública espacios para ser atendidos.

Las dosis estaban en poder de la Empresa Pública de Fármacos (Enfarma), a la que en junio del año pasado el anterior Gobierno decidió eliminar como parte de las medidas adoptadas frente a la crisis económica de la que el país no termina de recuperarse.

Y casi tres meses después, en octubre, la Fundación Ecuatoriana de Cuidados Paliativos, hizo una solicitud a la Presidencia y al Ministerio de Salud para acceder de una manera gratuita a estos medicamentos para apoyar a los pacientes.

La respuesta fue favorable, pero el problema es que llegó recién el 18 de mayo pasado coincidiendo con el mes de caducidad de esos medicamentos. Para el padre Alberto Redaelli, director ejecutivo de esa organización, lo ocurrido dejó un sinsabor.

“De verdad es un escándalo que con este laboratorio más de 22.000 ampollas de morfina se hayan caducado sin darle un uso útil dentro de esta administración”, agrega el religioso que también forma parte de la Comisión Nacional de Bioética.

Sin datos

Las autoridades sanitarias no se han pronunciado públicamente sobre este tema y tampoco tienen datos específicos sobre el número de personas que en la actualidad necesitan de cuidados paliativos.

“Aún estamos levantando (los datos)”, dijo en su momento Rubén Chiriboga, de la Dirección de políticas del Ministerio de Salud, quien argumentó que ese tema sí es parte de la atención integral de salud.

Chiriboga sostuvo que “a medida que la población va envejeciendo van aumentando los procesos degenerativos y los procesos de tipo tumorales, oncológicos (cáncer) o aquellas patologías que ameritan o necesitan cuidados paliativos”.

Acuerdo

Hace seis años el entonces ministro de Salud, David Chiriboga, promulgó un acuerdo ministerial con el propósito de implementar ese servicio a nivel público y privado como una responsabilidad del Estado.

Entre otras cosas, contemplaba poner a disposición de los pacientes morfina oral, en jarabe, que tenía un costo en ese momento de una tercera parte de lo que implicaba la ampolla de morfina de 10 mg o 20 mg. “Aún estamos esperando esta disponibilidad”, dijo Redaelli.

El precio de esas ampollas oscila entre los 1.39 dólares y 1.80 dólares por unidad, y la disposición en el registro básico de medicamentos de la salud pública se queda corta ante la necesidad de los pacientes.

“Es un costo manejable, pero si hablamos de enfermedades catastróficas tendría que ser subsidiado por el Estado para facilitar el buen vivir y el buen morir”, sostuvo Redaelli, quien además calcula que hacen falta 12.000 camas para este tipo de cuidados en la red de salud pública.

Debido a esto personas como Carmen Villarreal, de 67 años de edad, optan por centros privados para ser atendidas. En su caso, recibe ese tipo de cuidados en el Hospice San Camilo, luego de que hace tres meses se cayó de unas gradas, se rompió una pierna y tuvo que ser operada. (RVD)