Bodas de oro de ‘Cien años de soledad’

ESCRITOR. El autor del reconocido libro.
ESCRITOR. El autor del reconocido libro.

Conocedores de obra de García Márquez evocan medio siglo de la obra.

Panamá, EFE

Conocedores de la obra literaria de Gabriel García Márquez conmemoraron las bodas de oro de la novela ‘Cien años de soledad’ con un coloquio en la XIII Feria Internacional del Libro (FIL) de Panamá, en el que el nicaragüense Sergio Ramírez la destacó como «la obra cumbre de la literatura Latinoamericana».

Ramírez compartió la noche del jueves en una mesa las impresiones sobre los 50 años de la publicación de ‘Cien años de soledad’» con la poeta colombiana Piedad Bonet, el autor mexicano Juvenal Acosta, el director de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), Jaime Abello y el panameño Pablo Crenes.

Los participantes destacaron el deslumbramiento que sintieron al leer esta novela del Premio Nobel de Literatura, y de cómo García Márquez le puso con esta obra el «punto final» al realismo mágico que venía de otros autores como Alejo Carpentier, Miguel Ángel Asturias y Juan Rulfo, entre otros.

Resaltaron además la «deuda» reconocida por el autor colombiano, de «Cien años de soledad» con la novela «Pedro Páramo» del mexicano Juan Rulfo, sin la cual, dijeron, no habría existido la primera.

El diálogo también fue una oportunidad para ahondar en los varios factores e influencias, que, además de su talento propio, hicieron de García Márquez el escritor de una obra traducida a múltiples idiomas.

Sergio Ramírez, por su parte, señaló que con ‘Cien años de soledad’ García Márquez «nos está contando la historia de América Latina, la que ya conocíamos, solo que lo está haciendo de una manera distinta y de una manera que nunca habíamos escuchado».

«Lo hacía en términos de la magia (…) y nos identificamos inmediatamente con eso porque el lenguaje era completamente diferente», señaló Ramírez.

La poeta Bonet confesó que cuando leyó por primera vez la novela cumbre de García Márquez tenía 17 años y quedó «deslumbrada» y «estupefacta».

Bonet describió a García Márquez como un escritor intuitivo que en esta obra, publicada en 1967, halló la forma «totalizante de contar toda la historia de América Latina y la de Colombia también».

A su vez, el escritor mexicano Juvenal Acosta dijo que la primera vez que entró en contacto con esta novela fue cuando el libro llegó a su casa a través de sus padres en 1968, un año después de haber sido publicada con portada del pintor español Vicente Rojo, quien vivió en México como García Márquez.

Acosta recordó que la «seducción» por leer el libro le entró precisamente por los dibujos e imágenes de la portada de porcelana de talavera poblana mexicana (mayólica típica del estado de Puebla).

Abello, de su lado, afirmó que el realismo mágico de Gabo, como también se le conoció al Premio Nobel colombiano, está fundamentado en diversos factores, pero «básicamente en su periodismo» que tenía como base su obsesiva verificación de datos.

El director de la FNPI resaltó en ese sentido que su amigo Gabo confesó alguna vez que «escribía inventando todo primero y después verificaba y contrastaba datos», pero que igualmente su escritura esta influida por sus múltiples lecturas de otros escritores y también poetas porque, destacó, «fue un gran lector».

Abello dijo a Efe que además de esta conmemoración de los 50 años de «Cien años de soledad» realizada por la FIL, han surgido varias iniciativas en varios países del mundo que «no obedecen a un plan general» elaborado con motivo del acontecimiento, sino propias.

«Y lo más bonito esto no es que se haya pedido que lo hagan, sino que esto es una demostración del afecto y la admiración y del entusiasmo de los lectores de Gabriel García Márquez», apuntó.

La XIII de la FIL se celebrará hasta el domingo y tiene como país invitado a Colombia, que participa con una delegación de 14 escritores.