Tortugas de Galápagos serán monitoreadas desde el espacio por la Estación Espacial Internacional

ESPECIE. Las tortugas gigantes bebé pesan cerca de 60 o 70 gramos al nacer. La nueva tecnología permitirá rastrear sus movimientos desde el espacio. (Foto: Galapagos Tortoise Movement Ecology Program)
ESPECIE. Las tortugas gigantes bebé pesan cerca de 60 o 70 gramos al nacer. La nueva tecnología permitirá rastrear sus movimientos desde el espacio. (Foto: Galapagos Tortoise Movement Ecology Program)

Miden cerca de 6 cm cuando nacen. Y desde ese momento enfrentan solos el mundo.

Los bebés de tortugas gigantes en las islas Galápagos deben vencer dificultades desde el momento que dejan el nido. Si sobreviven pueden alcanzar hasta 150 años, pero uno de sus mayores desafíos es el creciente impacto de la actividad humana.

Un equipo internacional de científicos rastrea desde hace años las migraciones de poblaciones adultas, pero las tortugas bebé son demasiado pequeñas para colocar en ellas los dispositivos GPS que existen en la actualidad.

Ahora será posible adherir nuevos conectores diminutos a las recién nacidas. Sus señales serán captadas por potentes receptores en la Estación Espacial Internacional.

«Al colocar estos transmisores ultralivianos en un gran número de tortugas bebé podremos seguirlas a lo largo de su vida», dijo Stephen Blake, coordinador del Programa de Ecología del Movimiento de las Tortugas Gigantes de Galápagos.

«Podremos comprender en qué medida logran sobrevivir, y si no lo hacen, cuál es el problema. Entender esto es crucial para la conservación de las tortugas gigantes de Galápagos en el futuro».

Chips en miniatura

Las tortugas de Galápagos son apenas un ejemplo de las muchas especies que serán monitoreadas desde la Estación Espacial Internacional gracias al proyecto de Cooperación Internacional Para la Investigación Animal desde el Espacio (Icarus, por sus siglas en inglés).

La iniciativa, impulsada por el Instituto Max Planck de Ornitología en Alemania, espera estudiar desde el espacio las migraciones de decenas de especies, desde aves hasta elefantes.

Se espera que un cohete ruso lleve a la Estación Espacial Internacional los receptores y equipo necesario en dos meses.

Los chips de GPS serán en miniatura y especialmente adaptados a las tortugas bebé, que pesan al nacer apenas 60 o 70 gramos.

MONITOREO. La Estación Espacial Internacional vuela a una altura menor que la mayoría de los satélites. Allí pueden colocarse equipos muy potentes de hardware. (Foto: NASA)
MONITOREO. La Estación Espacial Internacional vuela a una altura menor que la mayoría de los satélites. Allí pueden colocarse equipos muy potentes de hardware. (Foto: NASA)

Señales débiles

«La razón por la cual la Estación Espacial Internacional es ideal para este proyecto es que allí pueden colocarse equipos muy pesados y potentes de hardware, con antenas muy sensibles que captan señales muy, muy débiles», explicó Blake, quien es investigador del Instituto Max Planck de Ornitología y profesor de la Universidad de San Luis en Missouri, Estados Unidos.

«Por otra parte, la Estación tiene una órbita muy baja comparada con la mayoría de los satélites y cubre prácticamente toda la superficie de la Tierra dos veces cada día».

Los prototipos de los dispositivos para las tortugas bebé pesan cerca de 5 gramos, señaló el experto.

Los científicos esperan que estos diminutos aparatos ayuden a resolver grandes enigmas. (BBC)

El misterio de las migraciones

Aunque las tortugas gigantes son animales icónicos de las Galápagos, hay muchos interrogantes sobre su vida que la ciencia no ha logrado resolver.

Estas migran en busca de mejor comida según las estaciones, señaló Stephen Blake, experto del Instituto Max Planck de Ornitología.

EL DATO
La actividad humana amenaza las rutas migratorias y el futuro de las tortugas gigantes de Galápagos.Muchas islas, con sus volcanes activos o inactivos, se elevan a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar y los patrones de lluvia siguen gradientes de altura.

«La parte baja de las islas, hasta unos 150 metros, tiende a recibir poca lluvia y a ser árida. Las zonas de elevación mediana, entre 150 y 350 metros son semiáridas, y las áreas altas, con mayor cobertura de nubes, tienen más humedad y precipitaciones».

Todo el año hay vegetación abundante en zonas elevadas, pero en la temporada lluviosa las precipitaciones alcanzan también las áreas bajas, que reverdecen.

Las tortugas migran hacia esas zonas de menos elevación para comer vegetación nueva, rica en proteína y fácil de digerir, afirmó Blake.

Y otro factor que lleva a las tortugas a migrar es la reproducción, ya que el suelo y la temperatura de las zonas bajas es más adecuada para los nidos.

Nómades o sedentarias

El investigador británico Stephen Blake señala que hay cuatro estrategias principales de migración.

Algunas tortugas adultas son sedentarias. «Solo se han movido en un radio de unos 200 metros en los ocho años en que las hemos monitoreado».

Otras, que viven en islas con condiciones más impredecibles, parecen ser nómades. Un tercer grupo se dispersa luego de un periodo a otras áreas sin regresar jamás al sitio original. Y por último, hay tortugas que siguen un patrón de migración estacional y regresan a la misma zona.

Detalles

Barreras humanas

El proyecto de monitoreo de las tortugas gigantes, sea por GPS tradicional o a través de la Estación Espacial Internacional, es clave para el futuro de las tortugas.

Esta investigación es importante, fundamentalmente porque el hábitat de estas especies está cambiando debido a la creciente actividad humana.

Las tortugas son tan longevas que las ramificaciones últimas de estas perturbaciones a las rutas migratorias no se verán durante muchos años.

Por esto, es tan importante saber qué es lo que realmente sucede con las tortugas bebé.