Acuerdo contra el cáncer

Agustín Sánchez

La política nacional consume en su totalidad a la opinión pública, aspecto coyuntural que sin restarle importancia cambia permanentemente de rumbo y nos mantiene atados cíclicamente analizando porqué pasó, cómo se pudo evitar y qué nos espera en el futuro. Al mismo tiempo cientos de familias se mantienen en pie de lucha enfrentando la catastrófica enfermedad del cáncer, la que según datos del INEC hoy en día es la segunda causa de muerte en Ecuador, llevándose consigo el profundo dolor de un continuo padecer, el esfuerzo económico capitalizado por años, y comprometiendo a todo el entorno familiar de su víctima, generando además daños sociales colaterales que son irreparables.

Esta crítica situación conlleva a integrar y sumar esfuerzos, en este contexto la Organización Acuerdo Contra El Cáncer nace con el objetivo de mejorar el control de la enfermedad y la atención prioritaria en el Ecuador, integrando la prevención, detección temprana y un adecuado tratamiento, aspectos que lamentablemente no han logrado ser prioridad en la agenda nacional de la salud pública. Son muy pocas personas a las que esta enfermedad no ha atacado a través de un amigo o familiar cercano, es momento de sensibilizarnos y emprender un camino de prevención y humanización. Acuerdo Contra el Cáncer mantiene 12 años de lucha con un ejército de 18.000 seres humanos que se suman a esta causa por intermedio de distintas organizaciones civiles, ahora con el gran objetivo de recolectar por lo menos 100 mil firmas para enviar un proyecto de ley de lucha contra el cáncer a la Asamblea Nacional, proceso que requiere de gran esfuerzo, pero sobre todo el desafío de generar conciencia social sensibilizándonos ante esta gran problemática.

Las proyecciones son alarmantes, el cáncer en la actualidad cobra alrededor de 12 millones de vidas anualmente, y para las siguientes dos décadas la cifra podría aumentar a 22 millones. Debemos cambiar la forma de enfrentar este problema de salud pública, para lograr aquello debemos contar con una política pública clara que priorice la atención, tratamiento y rehabilitación de enfermedades catastróficas. Es momento de impulsar no solo la aprobación de una ley, sino el que su aplicación y prioridad sea una realidad. Humanicemos los distintos espacios, sumémonos a esta iniciativa de transformación social. Dejemos de ser espectadores, yo firmo contra el cáncer ¿y tú?