Las juntas parroquiales deben justificar sus ingresos

ATILIO RUGEL ALBÁN

“Nada sucede dos veces ni va a suceder; por eso sin experiencia nacemos y sin rutina morimos”, Wislowa Szimborska. Con motivo de las marcadas diferencias surgidas entre el presidente Moreno y Glas, que el pueblo ecuatoriano en su mayoría le da el apoyo total al Primer Mandatario con excepción de los afiliados a AP que, a pesar que todos están conscientes de lo que sucede, se muestran invariables en una posición ridícula de apoyar lo que ya nadie puede negar, toda vez que es una situación que no podrá borrarse de la memoria puesto que la corrupción ha alzado sus alas y nos tiene a los ecuatorianos preocupados y esperando que se den milagros además de la buena voluntad del nuevo gobernante que está empeñado en hacer una cirugía mayor para sacarnos de la pobreza.

Desgraciadamente con autoridades de justicia que son viejos zorros en la política le dan vuelta a un asunto que no tiene retroceso y será muy difícil si el presidente Moreno no se deshace de estos malos colaboradores que estuvieron muchos de ellos bajo el mandato de quien le precedió y que solo ven el poder del dinero como una línea de conducta para engordar sus chequeras, que bien vale recordar esa frase universal que dice: “Poderoso caballero es don dinero”. De esta forma los que perdieron la vergüenza potencian su economía familiar con dinero mal habido.

Hoy, aparecen los que integran las juntas parroquiales de todo el país ofreciendo su apoyo al Primer Ciudadano de la Patria que como dije en otra ocasión “no hay crimen perfecto” y que parece que el Ser Supremo se compadeció de la pobreza de la mayoría de ecuatorianos y encontró en Moreno la persona que valientemente denuncia irregularidades que hoy están viendo la luz.

Pero es importante hacer notar al gobierno que so pretexto de apoyo y un diálogo sin máscaras de hipocresía, muchos se quieren aprovechar para pedir imposibles y que no se olviden que todo el dinero que han recibido en tiempos atrás y los que vendrán, tendrán que rendir cuenta porque el pueblo no es ciego y las obras no se ven.

Debemos señalar con la seriedad del caso que muchos de los aportes fueron utilizados en campaña y otros vaya usted a saber a dónde fueron a parar, a pesar de que el Gobierno Nacional por efectos de control debe hacer auditorías serias y responsables por los organismos que no pueden torcer la verdad, pero para eso es necesario borrar del mapa a quienes, a través de la historia, han sido encubridores de tantos desaciertos y mañoserías.