Incongruencia

AUTOR: Ángel Polibio Chaves

El país ha sido testigo en las últimas semanas de hechos que causan desasosiego, alarma y en ciertos casos sorpresa, aunque cuando si se trata de juzgar lo que ha hecho la revolución ciudadana y su máximo líder en los últimos diez años, casi nos encontramos en un mundo en el que nada puede sorprendernos.

Desasosiego sí, porque tantos y tantos indicios de irregularidades, nos hacen sentir una tremenda incomodidad, pese a que la propaganda oficial del gobierno totalitario de Correa pretendió hacernos creer que los malos de la partidocracia habían superado todos los límites de la corrección y el decoro y que la revolución llegó para desterrar ese horrendo pasado; y, desde luego alarma, porque llegamos a concluir que el problema de la corrupción no es un hecho aislado, sino que llegó a ser estructural, porque con un diseño perverso desde la concepción misma de la Constitución de la República se habían sentado las bases para la gran estafa.

Pero lo que más alarma es la incongruencia de una función del Estado tan importante como la legislativa, en la que una mayoría identificada con el expresidente, no tuvo empacho en bloquear una iniciativa de juicio político para el Vicepresidente de la República sobre el que pesan graves sospechas, conforme lo ha señalado el propio licenciado Lenín Moreno, pero esta mayoría ha tenido el descaro de plantear un juicio de esta naturaleza al Contralor, por haber osado anunciar, en consonancia con el legítimo derecho de los ecuatorianos por saber cómo, cuándo, en qué condiciones y con qué fin se nos ha endeudado en más de cincuenta mil millones de dólares, una auditoría a la deuda contraída por el anterior gobierno.

Esa incongruencia ya no responde a un comportamiento ovejuno, ofrezco disculpas a los canes, pero eso, resulta absolutamente perruno.