La vida de los hieleros, las costumbres, la comida y la vida diaria se comparte desde La Moya.
INTERCULTURAL
En la parroquia rural de Calpi, a 22 km de Riobamba, está la Urkukunapak wasi o Casa de las montañas, en el sector de La Moya.
Se trata de una construcción de dos pisos que estuvo por muchos años abandonada y que, tras ser recuperada, forma hoy parte de un proyecto turístico comunitario de la zona.
Este es el punto de partida para comenzar una verdadera aventura en las faltas del Chimborazo, donde la principal historia que se cuenta y se intenta vivirla, es la de los hieleros, aquellos hombres que bajaban bloques de hielo del nevado hasta el mercado principal de Riobamba. Ese fue el oficio tradicional de esa comunidad y que hoy está practicamente terminada.
La comunidad de Calpi ha adecuado la Urkukunapak wasi como un sitio de cómodo hospedaje para albergar a 16 personas y también un restaurante donde los mellocos, las habas, el maíz y diversos cereales son los protagonistas de la oferta gastronómica que son preparados por mujeres de la comunidad que están debidamente capacitadas para brindar una buena atención.
Iniciativa comunitaria
La antigua casa comunitaria que estuvo en el abandono por muchos años, fue reconstruida por los habitantes de Calpi a través de mingas, en las que se utilizó ladrillo, piedra y madera de eucalipto y se le dio un estilo andino, inspirado en la cotidianidad de la comunidad que desde siempre estuvo muy apegada a la voluntad del ‘Taita’ Chimborazo.
Tiene tres habitaciones y cuenta con guías nativos que conducen a los visitantes por los senderos que antaño utilizaban los comuneros para llegar a las minas de hielo, en la parte alta del coloso.
Otra de las actividades es la visita al museo comunitario, que cuenta con dos salas interpretativas que permiten una visita interactiva sobre toda la historia de los hieleros de la comunidad; tradiciones, costumbres, creencias, leyendas, mitología y la vida misma de los habitantes relacionada con la montaña, donde están las wakas, palabra kichwa que en español significa espacios sagrados y espíritus protectores de montaña.
Por las rutas del Chimborazo
Los administradores del proyecto turístico son pocos miembros de Calpi, pero en realidad son todos sus habitantes los que participan de una u otra manera, proporcionando servicios y abasteciendo de alimentos. Trabajan en conjunto y todos se benefician de la actividad turística.
Los visitantes tienen algunas opciones de recorridos como la ruta llamada ‘Lobo ñan’, una caminata de aproximadamente dos horas para conocer sobre la flora y fauna nativa, hasta llegar a la quebrada donde se esconde sigilosamente el lobo de páramo, más conocido como el zorro andino.
EL DATO
Calpi, que significa ‘Río de la araña’, es un pueblo antiguo donde vivían varias parcialidades o ayllus como los Calpi o Cápac.Otro recorrido, un poco más largo, de aproximadamente cuatro horas, es el conocido como ‘Inka ñan’, en el que el guía narra la historia de las ruinas de los incas, hasta llegar al punto más alto de la comunidad para observar a los majestuosos nevados que rodean al cantón: el Chimborazo, el Tungurahua y el Altar.
La ruta más apetecida es la de ‘Los hieleros’. Se realiza una expedición de ocho horas a caballo hasta los glaciares a 4.900 msnm, donde se presenta la experiencia del hielero desde la cosecha de la paja para envolver el hielo, hasta el corte y traslado en las mulas. (CM)
Turismo en Calpi
Entre sus atractivos turísticos se destaca la iglesia que data de 1766, la segunda más antigua del país, después de la Balbanera, situada en Colta (1534).
La estructura y su fachada son de piedra y fue restaurada hace algunos años.
Artesanos hábiles
En los exteriores del museo se encuentra una gran variedad de productos artesanales confeccionados por las manos de hábiles mujeres de la comunidad.
Ellas usan la fibra de alpaca, llama y borrego para elaborar lana y confeccionar suéteres, gorros, bufandas, guantes, bolsos, aretes y collares de diversos colores, tamaños y modelos.