ONU urge a Quito a investigar denuncias de desplazamiento de familias Shuar

Foto archivo API.
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Ginebra, EFE

El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de la ONU instó hoy a Ecuador a investigar las denuncias en torno al presunto desplazamiento de familias de la etnia shuar en relación al proyecto minero San Carlos Pananza y a adoptar las medidas que procedan para resolver esta cuestión.

Así consta en las recomendaciones que publicó hoy este órgano de la ONU, que examinó la situación en Ecuador los pasados días 8 y 9 de agosto.

El análisis aborda las informaciones relativas al impacto negativo que tiene el desarrollo de proyectos de explotación de recursos naturales, inclusive la minería ilegal y tala ilegal, en los territorios de pueblos indígenas y afroecuatorianos.

Los expertos de la ONU apuntan igualmente a la «tensión existente» entre actores externos y los pueblos indígenas y afroecuatorianos que habitan los territorios afectados.

Le preocupa particularmente la situación que enfrentan los afroecuatorianos en la provincia de Esmeraldas, y los pueblos indígenas amazónicos que habitan las fronteras occidental y suroriental del Parque Nacional Yasuní.

La ONU señala que, aún cuando el Estado ecuatoriano reconoce en su legislación el derecho a la consulta como un derecho fundamental para los pueblos indígenas, afroecuatorianos y montubios, le preocupa la información recibida sobre la falta de aplicación efectiva de tal derecho.

Le inquieta la falta de regulación para la consulta de las comunidades en todos los sectores, y que incluso cuando existen mecanismos para regular la consulta para obtener el consentimiento libre, previo e informado de las comunidades, dicha consulta no se aplica de manera sistemática en relación con proyectos de explotación de recursos naturales.

Es en este apartado en el que pide a Quito investigar las denuncias en torno al presunto desplazamiento de familias Shuar y adoptar las medidas que procedan. Al Comité también le inquieta «la falta de medidas apropiadas» para proteger a los pueblos indígenas que se encuentran en aislamiento voluntario o contacto inicial en la Región Amazónica.

Expresa su preocupación por la situación de vulnerabilidad que afecta en particular a los pueblos Tagaeri y Taromenane debido a actividades de extracción de madera, pesca y cacería ilegal en sus territorios, las cuales ponen en riesgo su salud y su supervivencia física y cultural.

La ONU también manifiesta su inquietud por la situación del pueblo indígena Awá, ubicado en la frontera colombo-ecuatoriana y que en parte cruzó la frontera colombiana huyendo del conflicto.

El Comité señala además que «existe la persistencia de ataques y amenazas en contra de los defensores de derechos humanos y organizaciones indígenas», en muchos casos en el marco de conflictos vinculados a la explotación de recursos naturales..

En general, el Comité observa que pese a «los grandes logros alcanzados por el Estado contra la discriminación racial», las brechas socioeconómicas que históricamente han separado a los pueblos indígenas, afroecuatorianos y montubios de la población que se autodefine como blanca y mestiza, «se mantienen y en algunos ámbitos se han ampliado».