El conflicto en Carondelet

POR: Manuel Báez R.

Es verdad, esto es lo único que faltaba suceda en el Ecuador, un caso tan fuera de lo normal a menos de 90 días del nuevo gobierno, salta la chispa del Vicepresidente mediante una carta al Presidente en los términos más groseros, descomedidos y brutales.

Por razones elementales todos sabemos las tareas que debe desempeñar el Vicepresidente del Ecuador, puesto que no es figura decorativa para nada.

Entre sus responsabilidades figuran: la coordinación financiera, exploración de mercados y desarrollo de la línea productiva en varias áreas, imprescindible experiencia demostrada en control de gestión, entre otras.

Un distinguido amigo cierto día me dijo lo que arañe al Vicepresidente hoy sin funciones: “El esquivable hecho de que la producción en la actualidad, por ejemplo, en la oficina al colisionar con los viejos sistemas de trabajo origina la ansiedad y un conflicto, así como requiere reorganización, reestructuración, para algunos en renacimiento de nuevas profesiones”. Es posible que esto haya sucedido. Esta situación provoca muchos temores, especialmente dentro del pueblo llano que no conoce lo que pasa dentro.

Es probable que casos de esta naturaleza originaron el distanciamiento en la cúpula del gobierno donde el trabajo debe ser de alta armonía.

¿Cuál es entonces el efecto sobre estas personas y sobre la economía general ecuatoriana tan maltrecha como está después de un década perdida?

La solución de este conflicto tiene dos alternativas:

Primero, Jorge Glas debe renunciar a la Vicepresidencia; y segundo, la destitución del cargo por vía legal, más aún si nada hace como Vicepresidente de la República.