POR: Manuel Báez R.
Coincido plenamente con el criterio de Enrique Ayala Mora, puntualizando en su último libro titulado “¿Por qué la Asamblea Constituyente?”, donde hace una revisión de algunos de los principales contenidos de la Constitución.
Este gran documento debe ser analizado fundamentalmente en lo que tiene que ver con la buena marcha gubernamental, preferentemente de este nuevo mandato de Lenín Moreno, para no seguir con el mismo talante de los 10 años anteriores.
Para el efecto, se hace necesario rodearse de hombres brillantes, apasionadamente entregados a tan diversos intereses regionales y económicos, pero tan turbados e indignados por las terribles ineficiencias del gobierno anterior.
El caso amerita imaginar alternativas completamente nuevas, de que se revisen, discrepen, discutan y diseñen desde su misma base, la arquitectura democrática del mañana.
Algunos miran las constituciones con reverente veneración y las consideran el “arca de la alianza”, demasiado sagrada para tocarla.
Ciertamente no estoy proponiendo cambios frecuentes e improvisados en leyes y constituciones.
Ahora propongo lo más fundamental: borrar “Asamblea” y reemplazar con “Congreso Nacional”, que es donde se ejerce plenamente la democracia con la discusión de todos los temas inherentes a la Nación como la institución más representativa de la identidad popular.
Así desaparecerá esa clase ovejuna que nos hace daño, además, todas las leyes orgánicas de las áreas gubernamentales, etc.,etc.