El problema de falta de agua

LUIS COELLO KUON YENG

El problema del agua potable en la ciudad de Esmeraldas no es para nada nuevo, en lo absoluto. Este problema es algo crónico, recurrente y ha sido ya víctima de investigaciones que sancionaron a personas en su momento responsables de que el líquido vital no llegue a los hogares en la capital de la provincia. Lo que aconteció hace pocos días fue nada más que otra raya al tigre, que creo es más bien una pantera porque no hay espacios para más rayas. A estas alturas creo que las rayas deberán pasar a ser blancas para poder avanzar a un siguiente nivel, la cebra.

Recuerdo cuando supuestamente se colocó en toda la ciudad una nueva red de tuberías que resultaron ser ineficaces. El asfalto de la ciudad fue todo hecho pedazos, parecía un pueblo que fue atacado con armamento pesado. Se dijo que era por beneficio de todos nosotros, pero no se solucionó absolutamente nada. Tras más de diez días de espera, finalmente el agua fluye con cierta normalidad en el cantón, sin embargo, hay sectores que se siguen quejando que no les llega. Esmeraldas sufre constantemente del problema de escasez de agua potable, entonces así cómo se puede manifestar que sería turística sin un correcto abastecimiento del líquido vital, esto sin considerar tampoco las enfermedades que pueden aparecer por su carencia que obliga a buscar fuentes de agua poco saludables para el consumo humano.

Las autoridades actuales a cargo de la empresa responsable del agua potable en Esmeraldas, han dado a conocer que las reparaciones han sido eficaces y permanentes, ojalá que así sea y de una vez por todas la ciudad no siga sufriendo de problemas con al acceso al agua. Reitero mi crítica, que sin una suficiente oferta de este líquido es muy difícil que se pueda ofertar a la ciudad como sitio turístico para nacionales o gente de otras nacionalidades. Lo que también me llama profundamente la atención que durante todo este tiempo, aquí los usuarios no hagan protestas para dar a conocer sus insatisfacciones con respecto a este tema básico del agua. Se observó esporádicos sectores y barrios, pero nunca una manifestación generalizada de todos para reclamar un derecho legítimo.

Más allá de ideologías políticas debe existir el compromiso de todos, autoridades de desarrollar planes para abastecer correctamente de agua y de ciudadanía para saber cómo y en qué utilizarla. No gastarla, no desperdiciándola, al fin de cuentas todos pagamos por la su escasez.

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