La honra de los muertos

Carlos Freile

Con toda razón las personas vivas acusadas injustamente de actos delictivos o inmorales defienden su honra por todos los medios dentro de la ley. Desde siempre también los muertos han sufrido ataques a la honra, con el agravante de que ellos no pueden defenderse. Por eso nos toca a los vivos romper lanzas por los difuntos calumniados. En los últimos días ha sido transmitida por TV una obra de ficción sobre Fernando Daquilema; en ella, de paso y al desgaire, se afirma que García Moreno no habría tenido un buen concepto de los indios, más bien los habría despreciado y no preocupado por ellos. Esto último también lo he leído en algún libro de Historia. Vayamos a los hechos, no a los discursos ni a las fantasías; a los hechos descarnados, aquellos, que según Vladímir I. Lenin “son tozudos”.

García Moreno fue uno de los propulsores de la eliminación del abominable ‘tributo indígena’, que se concretó en el gobierno de Francisco Robles. Él mismo se empeñó, sin éxito por la falta de estudios, en la sustitución del diezmo, lograda en tiempos de Antonio Flores Jijón. Con esa sustitución por un impuesto catastral los indígenas no habrían pagado nada o casi nada por la pequeñez de sus parcelas. Eloy Alfaro completó el proceso con la eliminación de ese impuesto a los campesinos indígenas.

García Moreno elevó el salario del ‘trabajo subsidiario’ para los peones indígenas, que debía ser completado por los hacendados beneficiarios de la Carretera Nacional. Es mentira que les obligaba a trabajar gratis.

García Moreno fundó ‘normales’ en los colegios femeninos de Quito para preparar a las jóvenes indígenas como maestras, quienes habrían de ir a las diferentes comunidades para ejercitar la enseñanza con mayor cercanía cultural a los niños. También fundó una serie de escuelas exclusivas para indígenas en diferentes lugares de la Sierra. Es de lamentar que muchos padres de familia se negaban a enviar a sus hijos a la escuela por el temor de que fueran enganchados por el ejército, entre otras causas.

Estos son los hechos, saque el lector las conclusiones.

[email protected]