QUITO
Son otros tiempos. Hay otras sensibilidades. Y para muchas personas, un animal no es una mascota. Es un miembro de la familia. Así han vivido Manuel y Ana Cristina Benalcázar desde hace siete años. Pero este jueves todo cambió.
Un viaje en apariencia normal entre Quito y Buenos Aires es el punto de partida tanto para un laberinto como para una ola de solidaridad. La aerolínea recibió a Manuel -el gato Manu- en el counter del aeropuerto de Quito, la noche del jueves. Sin embargo, su ‘humana’ no ha podido recuperarlo. Y no hay evidencia, dice ella, de que su hijo -Ana Cristina lo siente así- haya llegado por lo menos a Lima, punto de conexiones de los vuelos hacia el Cono Sur.
Después de este laberinto empezó a crecer una cadena de solidaridad que actualmente es una bola de nieve. En torno a las etiquetas #LatamPerdióAManu y #ManuConAnaCristinaYa, usuarios de redes sociales exigen a la empresa que responda por el gato y expresan sus opiniones sobre cómo tratar éticamente a una mascota.
Tal es la efervescencia que las etiquetas están entre las cinco principales tendencias en Twitter y solo una de ellas, en menos de 12 horas, ha alcanzado 6,9 millones de impresiones, según el portal de métrica Tweet Binder.
Esto, de acuerdo con Benalcázar, ha forzado una respuesta de la aerolínea. Un funcionario de la empresa se comunicó con ella desde Buenos Aires y, según la versión que escuchó, la negligencia ocurrió precisamente en Lima. El trabajador de Latam, dice Benalcázar, prometió acompañarla en todo el proceso de recuperación de Manu.
La búsqueda, entre tanto, continúa. “Sigan compartiendo todo -pide Benalcázar- y abracen esta noche a sus mascotas, mímenlas mucho”.