Salud, insano negocio

Pablo Izquierdo Pinos

En la última década Ecuador invirtió en salud como si fuese del Primer Mundo, pero el gasto no se tradujo en mejor atención. Ese gasto, semejante al de Canadá y algunos estados europeos, ahondó la brecha de equidad sanitaria en accesibilidad, oportunidad y calidad entre los asegurados y los informalmente cubiertos o sin cobertura. No hay proporción entre la inversión (que miran los economistas) y los resultados (observado por los salubristas).

El relato oficial nos machacaba que la salud no es una mercancía, pero la bonanza petrolera impuso las mismas reglas del mercado y la salud fue otro bien que se comercializó. Los beneficiarios finales fueron poderosos monopolios privados que facturaron millones de dólares en prestación de servicios, venta de medicinas e insumos y equipamiento hospitalario.

El gasto total en salud los últimos 10 años fue de 16.000 millones de dólares. Con semejante suma tal parece que todo se planificó con el objetivo de engordar esos capitales privados y consolidar el control económico del sector en pocas empresas privilegiadas que lucraron con los nacimientos, la enfermedad y la muerte.

La crisis actual no es solo económica sino social, política, ideológica y moral. Urgen cambios en el Ministerio de Salud, confiado a jóvenes profesionales sin experiencia, pero responsables del agotamiento de la anterior estructura por acción y omisión.

Se requiere liderazgo, pero también dedicación, planificación y compromiso para señalar a los responsables: del fracaso de Enfarma y la planta de producción de medicamentos; del sobreprecio de los hospitales móviles; de la perversa realidad sobre la subasta inversa de medicamentos; del lucro en la infraestructura hospitalaria; del cuestionado call center; del mito de la historia clínica electrónica; del sobre equipamiento hospitalario; del éxito económico de las clínicas de hemodiálisis; de la externalización de servicios de lavandería y seguridad, etc. Unos y otros hicieron su negocio. No la sociedad, sino algunos de unos y pocos de otros.

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