La creación más importante del actual Mandatario, sin duda es el Consejo Consultivo Productivo y Tributario, encargado de hacer un diagnóstico en 26 Mesas sectoriales para proponer soluciones técnicas que apunten a la reactivación de la alicaída economía ecuatoriana. Es decir que, hasta el 30 de septiembre, Moreno tendrá en sus manos, las soluciones a la crisis que vivimos, heredada por los errores del anterior régimen. La Gran Minga Agropecuaria, en lo que toca al sector productivo rural, va de la mano con lo anterior. La inestabilidad dentro del MAG ha estancado sus avances, que esperamos, sean solucionados de la mejor manera.
Además, sale siendo obvio, que la convocatoria a una Consulta Popular debe ser lanzada ya. La Comisión Anticorrupción ha presentado al país cuatro preguntas claves, que el Presidente debe seriamente considerar. Pienso que, con eliminarle al cuestionado quinto Poder la facultad de elegir a las autoridades de Control, y que éstas provengan de cuerpos colegiados y ciudadanos, sería suficiente. La convocatoria a una Asamblea Constituyente, mientras el CNE y demás autoridades respondan únicamente a los caprichos del ex, a quien solo le interesa mantener el esquema constitucional de impunidad por él diseñado, no podrá ser la vía idónea. Y un Movimiento político, no puede condicionar lo que decida ningún gobernante. Sus alienados líderes, increíblemente, aún creen que pueden hacer lo que les venga en gana. El bloqueo a una fiscalización en Yachay, dice ya bastante.
Estos dos escenarios son los que nos permitirán establecer conclusiones certeras sobre a dónde apunta la gestión de Moreno. Y hasta que se den estas cartas bravas que Moreno debe jugar, no estaremos convencidos de su verdadera misión frente al país. Si en realidad su distanciamiento con su predecesor es pura pantomima para mantener el estado de impunidad que hoy contemplamos; o si en realidad su óptica es la de corregir las injusticias dentro de las cadenas productivas, y devolvernos la patria que se robaron media docena de engatusadores del pueblo, deslumbrado por obras faraónicas con coimas e inmorales sobre precios.