Joven de 20 años sentenciada por la muerte de su madre

ILUSTRATIVA. Varios golpes habría recibido la víctima, lo que habría provocado su muerte.
ILUSTRATIVA. Varios golpes habría recibido la víctima, lo que habría provocado su muerte.

El tribunal le dio 34 años de cárcel a esta mujer, por un caso que conmocionó a Quito hace algo más de un año.

Camila Chamorro Soria, una joven de 20 años de edad, fue sentenciada a 34 años y ocho meses de cárcel como coautora del asesinato de su madre, la ginecóloga Alexandra Soria Bohórquez. El hecho de sangre conmocionó a la sociedad capitalina el 21 de agosto de 2016, cuando se encontró su cuerpo sin vida, en el vehículo de su propiedad.

La misma pena se impuso al autor directo del crimen, Víctor Gil Zambrano, y ocho años ocho meses de prisión para Francisco Arias Calderón, en calidad de cómplice.

La pena para los dos primeros incluye una multa de 1.000 salarios básicos unificados (377.000 dólares) y para el tercero, 800 salarios (301.600 dólares), además de 5.000 dólares cada uno a manera de reparación integral.

El Tribunal Penal, integrado por los jueces Julio Obando, Luis Manosalvas y Paola Logroño, ordenó también la prohibición de enajenar los bienes muebles e inmuebles de los sentenciados por el valor establecido como reparación integral, así como de la multa.

Según la investigación fiscal, la víctima fue asesinada en el interior de su domicilio, ubicado en el sector de Miravalle (nororiente de Quito), siendo golpeada salvajemente con un objeto contundente, lo cual le produjo una hemorragia y una laceración cerebral, fractura de cráneo y trauma cráneo encefálico secundario. Además, recibió varios golpes en su humanidad, lo que le ocasionó la muerte.

Hecho macabro

El hecho habría sido planificado y concertado por su hija, Camila Chamorro Soria, quien habría contactado y propuesto al guardia de la urbanización, Víctor Gil, para que cometiera dicho acto.

El hecho se habría perpetrado en complicidad de Arias, quien la misma noche, en compañía de la hija de la víctima, realizó varios retiros de dinero de la cuenta bancaria de la propia occisa, con el fin de entregar ese dinero al guardia Víctor Gil Zambrano.

Posterior al crimen, el cuerpo de la víctima fue depositado en el portaequipajes del vehículo Kia Soul, de propiedad de ella, que fue sacado de la urbanización y trasladado hasta la Panamericana Norte, donde fue finalmente encontrado por agentes de la Policía. (LC)