El Oso Lector, un rincón que abraza a la literatura

PROMOTORA. Bastidas realiza talleres de lectura y lectura de cuentos en su local.
PROMOTORA. Bastidas realiza talleres de lectura y lectura de cuentos en su local.

Definitivamente, la librería El Oso Lector no es un lugar común. Se trata de un espacio donde Carolina Bastidas se compromete en promover la cultura de la lectura entre los niños y los adultos que gusten de la literatura ilustrada y diferente.

Este lugar, que comenzó como un emprendimiento sin un espacio físico propio y que distribuía libros en ferias, rompe con los acartonados esquemas de que el libro infantil debe ser algo ingenuo o tonto y profundiza en obras interesantes donde la creatividad crece en objetos literarios de calidad.

“El concepto de El Oso Lector está basado en el libro ilustrado o en el libro álbum, es decir, que todos son libros con imágenes, que la imagen converse con el texto, lo niegue o lo confronte”, explica Bastidas.

En sus años de experiencia, la librera, quien posee una maestría en Literatura Infantil, ha constatado que en muchas ocasiones los adultos no se atreven a comprar un libro para niños a pesar de que les sensibiliza y les gusta o se sienten conmovidos.

“Creo que el mundo adulto se bloquea y piensa que el mundo infantil es sinónimo de lo inmaduro –argumenta- y como en el mundo adulto parece que necesitamos siempre vernos como súper serios, entonces creo que tenemos esos prejuicios. La literatura infantil aporta al goce estético de un adulto”.

Nada ingenua

Bastidas también hace una clara diferencia entre los libros ingenuos y los libros inocentes y la confusión del mundo adulto en catalogar a los libros para niños como algo inmaduro.

TOME NOTA
La librería muda a un nuevo sitio. Hoy, a las 10:30, inaugura un nuevo local en las calles Coruña y Toledo (esquina). El evento especial está dirigido a públicos de todas las edades. “Al mundo infantil se lo relaciona con la inocencia, los niños son inocentes por su falta de experiencia, lo cual es correctísimo, eso no quiere decir que sean ingenuos que es distinto”, asegura.

Agrega que: “Por ejemplo, un libro ingenuo es el que no permite al lector -de cualquier edad- desarrollar nada. Le dice todo, le cuenta absolutamente todo, la ilustración es exactamente lo que dice el texto. No permite desarrollar ni criticar, ni pensar más allá. Cae siempre en los lugares comunes y la moraleja. Esos son los que jamás quiero tener”.

Entrega

La librera tiene claro que los libros inocentes llegan al lector de una manera sutil y sensible y aquello se puede sentir en la ilustración y en el texto donde el autor se ha comprometido con él mismo: “Yo creo que esa sensibilidad también le hace falta a los libros para las personas adultas”.

EL DATO
Esta entusiasta de la lectura lleva tres años con El Oso Lector.“El libro infantil ilustrado es casi una obra de arte y es realizado de una manera casi artesanal. Los libros infantiles en la actualidad son de los pocos o únicos en el mundo que cuidan más su edición, a diferencia de las editoriales de libros adultos”, indica Bastidas, quien se entregó al mundo de la literatura infantil luego de años de trabajar en una conocida librería quiteña y descubrir la obra ‘Peter Pan’ de James Matthew Barrie. (CC)