Cecilia Velasco publica la novela ‘El Día de la Gratitud’

Quiteña. Ha incursionado en poesía y en literatura infantil y juvenil.
Quiteña. Ha incursionado en poesía y en literatura infantil y juvenil.

La escritora presenta hoy (18:30) su novela en Mr. Books El Jardín.

Cecilia Velasco trae una novela tan corta como grata. Un centro de infractores se convierte en un espejo donde se puede reflejar la sociedad ecuatoriana. Sin cargas morales, la escritora encara al lector dentro del péndulo del bien y el mal, los juegos de poder y el mundo de los estereotipos.

‘El Día de la Gratitud’ (Alfaguara, 2017) se titula la obra, y es el día donde los jóvenes internos de El Buen Samaritano son homenajeados por sus protectores, pero una noche de aparente broma, más pesada que el plomo, pondrá a prueba a Jerónimo Onofre, un ser cargado de ética; es decir, un espécimen en extinción.

“Me planteé abordar un universo lejano a mi vida. Ahí pensé en un espacio cargado de hombres, un mundo masculino si bien aparecen pocas mujeres dentro de los personajes -dice Velasco-, y me parecía interesante describir este universo segmentado para meterme con el fracaso de la educación”.

La escritora, quien se ha desempeñado como docente, sostiene que “a menudo los colegios enseñan poco de lo que deben y más de lo menos importante”, lo que le permite desde cierta ironía reflexiva desarrollar el problema de la educación, que terminará siendo la el pilar que termina quebrando a la sociedad.

“A menudo las pequeñas sociedades son una replica de lo que sucede en un nivel más grande. En una empresa o en una familia se reproducen las estructuras de poder”, sostiene.

Valor de la palabra

Una de las fortalezas de la autora es la vitalidad que exhibe en el manejo del lenguaje y el valorar a las palabras tanto denotativa como connotativamente.

“Creo que las palabras pesan y significan –enfatiza Velasco-. En la vida extraliteraria debemos sopesar más el valor de las palabras, no tirarlas a la calle: hay que aquilatarlas. Se trata de pensar realmente en qué significan, por lo que hay que revisar las consignas de la historia”.

Bajo ese criterio, la escritora pone sobre la mesa lo peligroso de dejar pasar lo dicho, el desentenderse cuando se habla de “fascismo” o el burlarse ante la “mariconería”. Es así como Velasco termina exponiendo la plaga de los estereotipos, que se extiende como fuente de discriminación y un posible punto de inicio para cruzar la línea de los privado, lo íntimo.

“Uno de los problemas es el categorizar. Por eso pienso que es importante que la categorización debe quebrarse”, dice la autora.

Guiños

Si bien es una novela donde predomina la masculinidad, Velasco ha sabido colocar de forma correcta el lado femenino. Lo hace a través del propio Onofre, quien imparte matemáticas y desde esta materia será una metáfora del equilibrio; y a través de David Ledesma, un interno amante de la poesía que termina siendo la ‘cabeza de turco’ de su familia y del centro de reclusos.

Este último termina siendo un guiño contemporáneo al poeta David Ledesma Vásquez: “Es una suerte de homenaje al poeta, quien llevó una vida dolorosa. Pienso que la sociedad es muy dura con los chicos, por eso los hombres deberían ser los primeros feministas. Si no eres agresivo, si no te pasas de listo, si te gusta la poesía y si recitas y quieres ser actor estás sentenciado por tus compañeros, y hasta por tu propia familia”.

La sentencia también puede ser religiosa. Justamente, Velasco muestra dos mundos: el de una congregación que busca salvar a la juventud desde “la espiritualidad en un sentido positivo”, y el “lado hipócrita, el de la apariencia de la religión”.

De esta manera, entre dicotomías y estratificaciones sociales que demuestran que no solamente en la India imperan las castas, la escritora dejará en claro que la educación salva, aunque la misma naufrague sin salvavidas por las aulas. (DVD)

Perfil

Cecilia Velasco

Escritora ecuatoriana (Quito, 1965). Ha escrito ‘Palimpsesto’ (en colaboración con la artista Pilar Flores), ‘Selva de pájaros’, ‘Rosa Rosita’, ‘Domadora de leones’ y ‘Tony’ (Premio Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil). Es coeditora de la revista digital Têteà-tête.