Para nadie en Quinindé es desconocida la tensa y larga pugna suscitada al interior del Concejo Cantonal, que el correismo rebautizará como GAD´s, siento un natural rechazo por estos neosilogismos de tipo orwelliano, no cambia nada con cambiar las denominaciones de las instituciones: no es mejor la educación superior por suplantar CONESUP por SENESCYT, ni se incrementa la producción cambiando BNF por BANECUADOR, todo sigue igual o tal vez peor, no obstante en Quinindé, no sólo cambió la denominación del Cabildo Cantonal, sucede que también debía cambiarse al primer personero municipal, no por ocurrencia de algún tecnócrata correista, sino por resolución del máximo órgano de control que tiene el Estado.
Las famosas claves que permiten el manejo financiero del Municipio iban y venían de una mano a otra, y aunque una gran dosis de razón y legalidad asistía a los seis concejales de oposición que exigían la aplicación de las tres destituciones que pesaban sobre el anterior Alcalde, en este politizado tema a Correa se le ocurrió que la Contraloría podía equivocarse, bastante raro que sólo en Quinindé se equivoque, mientras que al destituir a otras autoridades seccionales en el país, que no eran afines al correismo, ahí era perfecta y su labor era elogiada por el autócrata.
Fue un calvario, para quienes laboran como empleados y obreros municipales, fue triste que la navidad y el fin de año pasado no les pagaran, pues la verdad que la fiesta no es fiesta porque una fecha llega, sino cuando tenemos dinero en el bolsillo, dinero para el pan diario, dinero para cubrir necesidades básicas, es muy duro cuando nuestros pequeños desean algo y tenemos que decirles no, ellos en su inocencia no entienden la situación que atravesamos y de la cual somos víctimas. Dicen que la hora más oscura es la más cercana al amanecer, en septiembre de este año se cumplían tres largos meses sin pagar salarios en la Municipalidad, pero finalmente una sentencia del Tribunal Contencioso, se sumó a las razones que designaban legalmente al señor Ángel Torres como Alcalde encargado del cantón.
La zozobra terminó, la contracción económica causada por la escasez de circulante se va superando, el comercio se reactiva, eran alrededor de 700 familias que sufrían penurias económicas por falta de ingresos y cuyo nivel de gasto se redujo significativamente; el Cabildo vuelve a la normalidad, se debe pagar deudas, concluir obras pendientes, etc. Que una situación así jamás se repita y que Dios guie a nuestro Alcalde encargado y a su personal por el sendero de la estabilidad, la paz y el bienestar de Quinindé.