Explotación minera, un dolor de cabeza

“Como fuerza social un individuo con uno vale noventa y nueve con un solo interés”, Jhon Stwart Mili. El Observatorio Minero Ambiental y Social del norte del Ecuador refleja un dato nada halagador para quienes son víctimas de la explotación indiscriminada que trae secuelas de salud y daños en la infraestructura del subsuelo que luego se refleja en la superficie de la tierra.

Este organismo señala que el 11 de septiembre de 2017 que en el noroccidente ecuatoriano (Carchi, Imbabura, Esmeraldas) existen 596 concesiones mineras exclusivas para extraer oro; situación que provocó reacción de las comunidades y el 12 de septiembre integrantes del Observatorio con varias comunidades de las tres provincias se reunieron en Ibarra para dar a conocer sobre este malestar.

La situación es preocupante, porque los habitantes de estas zonas señalan que los grupos explotadores poseen maquinarias y sustancias tóxicas, que al remover la tierra y provocarse las lluvias los residuos que se originan caen al río.

La contaminación envenena los peces y toda la gama de crustáceos que sirven para la alimentación de esas comunidades y como siempre es la gente pobre la que se afecta porque su salud se ve disminuida especialmente por enfermedades dermatológicas: gastrointestinales y diarreicas por utilizar el agua de estos ríos.

Los perjudicados fundamentan su protesta en el hecho de que las concesiones no fueron socializadas, sino a dedo por quienes administran los organismos del Estado y sin pecar de ser los padres de la inocencia, sabemos que las mismas se provocan porque hay entrega de dinero por estos grupos explotadores que tienen mucho dinero al punto que mantienen grupos armados para intimidar y repeler las protestas.

Creo que estas familias tienen la razón, de que como señalan, debe respetarse el derecho a la vida, al agua, a un ambiente sano de la naturaleza en general; por lo mismo debió darse la consulta previa para saber qué participación les corresponde en el saqueo que hacen con el «rey de los metales».

Habitantes de varias comunidades como Huntal, Guantal, Chical, también desde la Eco-Red Carchi y otras; participaron activamente en sus planeamientos y solicitan tener una reunión con el Presidente Moreno para dialogar y parar el atropello que se da porque como en el caso de Intag casi el 80% de su territorio está dentro de áreas de concesión lo que conllevará a conflictos porque el pueblo defenderá sus derechos.