Catalunya libre

Rodrigo Santillán Peralbo

El referéndum independentista de Catalunya del primero de octubre, convocado por la Generalitat, fue reprimido con inusitada violencia por el gobierno de las derechas monárquicas de Rajoy, que quieren mantener la herencia franquista de 1978. La represión dejó 844 personas heridas, entre ellas ancianos que fueron arrastrados y golpeados sin miramientos, pero Catalunya será libre por decisión de su pueblo.

Las fuerzas represivas de Rajoy y del monarca Felipe VI no pudieron impedir la realización del referéndum a pesar de haber intervenido y cerrado 400 escuelas que iban a ser utilizadas para los colegios electorales. Sin embargo, 2’020.144 catalanes votaron a favor de la independencia de Catalunya, 176.566 votaron por el NO y más 700.000 ciudadanos fueron impedidos de ejercer su derecho al voto ya sea porque los recintos electorales fueron ocupados por la guardia civil o porque requisaron un número indeterminado de urnas y papeletas.

El 2 de octubre se produjo una multitudinaria marcha en rechazo a la represión, al gobierno de Rajoy y al Rey Felipe VI. El 3 de octubre se realizó una huelga general convocada por los trabajadores, organizaciones de la sociedad civil, estudiantiles, intelectuales, deportivas, para exigir respeto a los Derechos Humanos, esencialmente el derecho a la autodeterminación de los pueblos; es decir el irrenunciable derecho a decidir el presente y futuro de su tierra y de su pueblo.

El pueblo catalán quiere independencia, soberanía y libertad, pero se enfrenta a una peligrosa escalada del neofascismo en España. Una reivindicación democrática y pacífica es respondida por el gobierno de Rajoy como una situación de guerra con el envío de tropas para aplastar las ansias de libertad. ¿Rebelión pacífica o nuevas guerras por la independencia?

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