Ética

AUTOR: Ángel Polibio Chaves

Hace ya muchos años, tuve el honor de ser invitado para dictar la cátedra de Ética Profesional para tecnólogos en Informática; el tema me llamó mucho la atención, y aunque en principio decidí no aceptar la propuesta, sobre todo porque consideré que la ética no se vincula necesariamente con una determinada profesión, la persona que bondadosamente la había formulado, me autorizó a estructurar la cátedra en la forma que creyere conveniente. Así comencé a vivir una de las más bellas experiencias que me ha prodigado el ejercicio de la docencia.

En efecto, los diálogos no se relacionaban necesariamente con una profesión determinada, pues versaban sobre los principios que deben guiar nuestra conducta individual en distintos momentos de nuestras vidas, y alcanzaban una profundidad y una sinceridad impresionantes. Allí determinamos que mientras la moral implica normas de carácter general impuestas por el entorno social, la ética responde a nuestra posición individual frente a situaciones ordinarias. Temas como el aborto y las relaciones intrafamiliares, el divorcio y la conducta en las responsabilidades públicas, fueron analizados con la participación entusiasta y a veces apasionada de los asistentes a esas clases, que se convirtieron en una experiencia enormemente satisfactoria e inédita, a pesar de que para entonces tenía ya varios años vinculado a la docencia.

Frente a los múltiples hechos de corrupción que han ocupado la atención ciudadana en los últimos meses, he querido compartir estos recuerdos, como una invocación a que tanto en las universidades como en los colegios, se considere a la ética no solamente como parte del plan de estudios, porque sin perjuicio de la reflexión y el ejemplo diario en nuestros hogares, ha de aprovecharse cualquier momento en el aula para plantearnos dilemas éticos, pues no solo hemos de procurar la formación de buenos profesionales, sino sobre todo, de buenos seres humanos.