El dinero en la nube

Rosalía Arteaga Serrano

Se sigue hablando insistentemente sobre el dinero electrónico, como que fuera una panacea universal, sin reparar en los riesgos que este sistema puede acarrear a una economía como la nuestra, dolarizada y peor aún, si no están muy claros los esquemas de uso del dinero ni tampoco la intervención del sector público se ha descartado del todo.

Como ciudadana común y corriente, la preocupación viene dada por la sospecha, nunca desmentida, de que la última palabra sobre el manejo del dinero electrónico la tendrá el sector público, y ahí reside el riesgo principal, porque nada garantiza las emisiones inorgánicas de dinero virtual, con lo que la maquinita de hacer dinero, ahora aparentemente en la nube, si no tiene el respaldo debido en las reservas, se vuelve en un peligroso búmerang que garantiza la inflación y hasta la hiperinflación.

De igual manera, a poco, este dinero electrónico será devaluado y tendremos en la práctica dos monedas, la una real, física y firme, los verdes dólares norteamericanos y la otra la que nos llegue a través del celular, digital, no física, virtual y con la posibilidad de que no cuente con los respaldos y garantías necesarios.

Ahí sí, el gran peligro es la desdolarización, con lo que ese real bastión que ha constituido el tener una moneda dura como el dólar estadounidense perdería espacio, con los consabidos problemas que esto acarrearía.

Estamos hablando de un supuesto, claro está, pero que no parece lejano, si es que no se hacen los análisis correspondientes y no se garantiza que sea el sector privado el único que maneje ese dinero virtual, lo contrario será tener el dinero en la nube… una lejana perspectiva y los bolsillos vacíos.

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