Vida subterránea

AUTOR: LUIS REINOSO GARZON

Desde hace unos cincuenta años a nuestros días se ha experimentado un constante declive en el contenido de nutrientes de frutas y verduras, los vegetales que consumimos son considerablemente inferiores en proteínas, calcio, vitaminas, hierro y otros nutrientes esenciales, que los que se consumían en otros tiempos, esto se explicaría porque al seleccionar ciertas características intensivamente, es posible que otras relacionadas con el valor nutricional tiendan a desaparecer.

Los agricultores se han dedicado a seleccionar nuevas variedades de plantas con características como el sabor, la uniformidad, el tamaño y maduración, así como la productividad, la resistencia a plagas y el crecimiento rápido; esta última característica resulta de principal interés, ya que las plantas que crecen más rápido tendrían menos tiempo para establecer relaciones con microorganismos, lo que produciría una reducción en la absorción de importates nutrientes.

En este sentido en la capa vegetativa del suelo se dan asociaciones entre distintos organismos que alcanzan formas insospechadas para quienes habitamos sobre la superficie, así nueve de cada diez plantas que crecen en la tierra tienen sus raíces cubiertas de hongos con una relación de beneficio mutuo; de este modo millones de raíces están tapizadas por un fino manto invisible de hongos beneficiosos en un abrazo entre 2 reinos: hongos y plantas; a esta simbiosis se le conoce como micorriza.

Las micorrizas contribuyen a la absorción de nutrientes esenciales que envían a las raíces de distintas plantas y les protegen de enfermedades y redistribuyen el carbono fijado; a cambio, el hongo recibe carbohidratos. En los bosques, los árboles más viejos y grandes juegan un papel crucial.