En Pifo se pide control de negocios clandestinos

Normativa. En Pifo, la ubicación de negocios clandestinos de diversión nocturna mantiene alarmada a la población.
Normativa. En Pifo, la ubicación de negocios clandestinos de diversión nocturna mantiene alarmada a la población.

Moradores cuestionan el funcionamiento de 30 negocios que, según ellos, generan inseguridad.

Los habitantes de la parroquia Pifo piden que haya un mayor control sobre negocios como canchas de fútbol y picanterías que se transforman en cantinas. También se quejan por el funcionamiento de burdeles clandestinos.

Ángel Vega, presidente del Gobierno Autónomo Descentralizado (GAD) de Pifo, acudió a la Comisión de Uso de Suelo del Municipio para pedir que se norme el funcionamiento de los negocios en el sector.

Según los denunciantes, el tema comercial con cierto tipo de negocios se ha salido de control precisamente por la entrega de los permisos (licencias de funcionamiento) y “los dueños de los locales estarían calladitos, porque de un arriendo que costaba 200 dólares ahora ha subido a 1.200”.

Vega dijo que los operativos que se han hecho son muy tibios, que primero les clausuran pero, una semana después, nuevamente están funcionando: “Es necesario hacer un control en conjunto con la Intendencia de Policía”, dijo.

Sin embargo, Johana Aguirre, Supervisora de la Agencia Metropolitana de Control dijo que los operativos en la zona son continuos, que en agosto fueron cinco, en septiembre cuatro y que se hicieron en conjunto con la Intendencia de Policía. Esto lo manifestó durante una reunión de la Comisión de Uso de Suelo.

Al tener un acercamiento con el personal que labora al interior de estos negocios han llegado a la conclusión de que el 80% son gente que labora en estos sitios no pertenece al sector y que su operación clandestina está generando inseguridad, que ya se empieza a registran robos, asaltos e inseguridad.

EL DATO
Se estudiará una posible reubicación y uno de los sitios previstos es la parte alta de Pifo, en la Vía a Papallacta. Según el dirigente, al momento hay 30 negocios de diversión nocturno en toda la parroquia que están funcionado de manera clandestina, siete de estos constan como bares y recién están tramitando los permisos y el resto en 60 días entrarían en operación.

Los pobladores dicen que temen que uno de los sitios de reubicación de las trabajadoras sexuales sea la zona de Pifo, esto porque el tipo de suelo lo permite, algo que desde ya dicen que no lo van a permitir.

El concejal Sergio Garnica, presidente de la Comisión de Uso de Suelo, dijo que hay una normativa que está vigente y que se tiene que hacer cumplir, pidió a los moradores no dejarse llevar por enculturaciones y que hay que seguir trabajando en conjunto. (PSD)