Enfrentemos con coraje

POR: Manuel Báez R.

Por todas partes no solo del Ecuador sino en casi todos los países de Latinoamérica, vemos la quiebra del espíritu que preconiza el trabajo, será porque se cumple aquello de época de vacas flacas que es lo que sí murmuran aquí y en otros lugares; de seguir así nos puede conducir a la miseria.

Tenemos que trabajar de firme como hacen los japoneses, los surcoreanos y muchos otros países del orbe. ¿Será que nos falta motivación suficiente para poner remedio a este mal antes que se haga crónico? Para buscar solución a este mal esperemos el resultado del proceso de la consulta popular para enrumbarnos por el camino correcto con protección de leyes.

Para controlar este triste fenómeno se hace necesario que todos sigamos sistemáticamente la pista a los efectos negativos que se vienen sobre nuestros hombros.

Actualmente estamos en una temporada en la cual tenemos que definir categóricamente los conceptos tales como: renta, beneficencia, pobreza, desempleo (…). Lo que pasa es que vivimos en parte dentro y en parte fuera del sistema de mercado, por ejemplo, qué sentido tienen las cifras de renta en una sociedad en la que mucho de lo que se promedió de las personas no tienen seguridad ocupacional o generador de ingresos para brindar tranquilidad a la familia, así desplazará el conflicto económico que cada vez se agudiza ocasionando hasta conflictos sociales. Hay que cambiar urgentemente el paisaje económico.

Sencillamente, este es un hecho histórico que ahora tenemos directamente ante nosotros y que parece haber pasado inadvertido a economistas y pensadores de la realidad ecuatoriana. Este hecho último e importante nos sitúa en tremenda perspectiva, cuyo autor también todos sabemos es de aquel que dejó la mesa servida de maldad, miseria, desempleo, etc. Es decir, lo contrario del pronunciamiento de Humboldt: “Vivimos sentados sobre un macizo de oro”.