Conservando sus raíces africanas y autóctonas

HERENCIA. La música se ha transmitido de generación en generación.
HERENCIA. La música se ha transmitido de generación en generación.

Los negros fueron traídos de diversas zonas del África (Congo o Guinea), cada uno debió aportar con sus experiencias sonoras de su localidad y se fueron mezclando entre sí con asimilaciones de las músicas locales indígenas; en ese proceso debieron ir consolidándose formas de expresión que hoy conforman la cultura musical negra, según la obra ‘Culturas musicales de resistencia: Los afroesmeraldeños’, de Fidel Pablo Guerrero Gutiérrez, en la que se hace referencia al camino seguido por los hombres de raza negra que, unidos con los indígenas, constituyeron parte de la América.

Añade que “Establecidos en estas tierras los pobladores africanos tuvieron que batallar por lo más básico y obligatorio: la sobrevivencia. Todo lo material les fue arrebatado y se hicieron intentos por quitarles lo inmaterial también; sin embargo, lo inmaterial resulta más difícil de usurpar, pues, la cultura de un pueblo está guardada en la memoria”.

La música tradicional afroesmeraldeña se constituyó sobre la base de un equipo instrumental de origen claramente africano, instrumentos de percusión y sonajeros, como son la marimba, el bombo, el cununo, el guasá y las maracas.

En su nuevo hábitat, los primeros negros llegados a esta región, elaboraron, con nuevos materiales, sus instrumentos y reeditaron sus cantos y sus bailes con aportes de diversas etnias tribales y en consonancia con las nuevas situaciones históricas por las que debieron atravesar. (KLR)