El subempleo aumentó en más del 2% entre personas de 15 a 24 años.
A pesar de los incentivos para que las empresas contraten jóvenes, los resultados del empleo de este sector de la Población Económicamente Activa (PEA) no fueron visibles en los últimos resultados del mercado laboral del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
Según este informe, de las 8,2 millones de personas que conforman la PEA, 338.577 están desempleadas. De ellas, el 38,9% tiene entre 15 y 24 años de edad. Para el analista Pablo Vargas “la mayoría de los desempleados son personas que están entrando a su edad productiva, estudiantes universitarios o egresados que buscan empleo”.
Andrés Cárdenas es un ejemplo de esta realidad. Recién graduado del colegio y antes de aplicar a la universidad, decidió trabajar un año para obtener dinero para sus estudios. “Una beca es todo un trámite así que mejor busqué trabajo, pero resulta que conseguirlo está igual de complicado”, cuenta.
Cárdenas buscó en el sector de la atención al cliente, pues sabe que es el área en donde más contratan personas de su edad. “Quiero estudiar Publicidad pero, como no tengo experiencia ni estudios en lo que me gusta, no me han querido recibir en ninguna agencia ni para servirles los cafés”, asegura.
En casos como este, cometa Vargas, las empresas prefieren no apostarle al trabajador, a pesar de la disponibilidad que muestre. “La idea del empresario es que va a invertir en un ayudante para hacer ciertos trabajos menores. Lo que no representa para la empresa una ganancia”.
¿Pero qué sucede cuando un joven que va a la mitad de su carrera busca empleo? Gabriela Mendoza es estudiante de Sicología y cuenta que tiene empleo, pero no en su carrera, sino en servicio al cliente, a medio tiempo.
“Estudio Psicología industrial, he aplicado en varias empresas para el área de Talento Humano pero me dicen que prefieren personas que estén en los últimos años de su carrera y yo estoy en quinto semestre”, cuenta. “Mientras no consiga trabajo en mi rama, ni como pasante, trabajo medio tiempo de cajera”.
Una realidad
Otros jóvenes que no logran un trabajo estable optan por el subempleo y de 1,7 millones de subempleados que existen en el país, a septiembre de 2017, un 20,9% tiene entre 15 y 24 años. Esta cifra es mayor a la de hace un año, cuando el subempleo de este grupo se ubicó en el 18,7%.
Patricio Maldonado, director de un departamento de Bienestar Estudiantil de una universidad de Quito, comentó que el subempleo es la opción más práctica del estudiante para poder tener ingresos. “No es un trabajo estable, pero es en el único tipo de trabajo con la suficiente flexibilidad para que puedan tener ingresos y continuar con sus estudios”, comenta. (LGP)
¿Medidas fallidas?
Desde el año pasado entró en vigencia una reforma laboral con incentivos para la contratación de personas de entre 18 y 26 años. Con esto, el Estado se encarga del pago del aporte del empleador al IESS, siempre que el trabajador gane hasta 750 dólares.
Para el analista económico Carlos Cifuentes este incentivo no funcionó debido, principalmente, a que las empresas tuvieron que asegurar su estabilidad el año pasado. “Por más incentivos que existan, si una empresa atraviesa por un período de recesión, no va a contratar más personal”, dice.