Anidada la pérdida

Mayra Aguirre Robayo

La angustia de AP no está en la burocratización partidaria o en someterse a un caudillo arbitrario. Luego del salvataje bancario, la inestabilidad condujo al Ecuador crítico rebelarse. El descuido, según unos, y en el sometimiento partidista, según otros, terminó con un país sin gobernabilidad y un Vicepresidente en la cárcel.

Lenín Moreno impidió que la sociedad ecuatoriana fuera un Estado fallido similar al venezolano, como pretendía Rafael Correa. El diálogo ha dotado al país de sentido republicano. Pasaron fastidiosos y agotadores 10 años para respirar con visiones distintas al poder sin ser perseguidos, humillados y condenados al ostracismo.

Prácticas de esta naturaleza soportaron los perseguidos de Luluncoto, los estudiantes del Central Técnico, los indígenas por oponerse a la minería metálica, los jóvenes Yasunidos que recolectaron más de 700 mil firmas y no lograron la aprobación del CNE para una consulta popular que evitara la explotación del Yasuní y se afectara a los no contactados: huaroanis y taromenanes.

La pregunta de la consulta popular para incrementar la zona intangible en al menos 50 mil hectáreas y reducir el área de explotación petrolera en el Parque Nacional Yasuní de 1.030 hectáreas a 300 hectáreas es una falsa utopía. En la zona ya se ha explotado 300 hectáreas que cubren 350 pozos, lo que supera los veinte años de explotación por Texaco.

Revisar los anexos de las siete preguntas del referendo y de la consulta popular es una obligación pedagógica ciudadana. La designación a la vicepresidenta de Alejandra Vicuña (exasambleísta de AP que aprobó las enmiendas de 2015) rompe con los bolivarianistas (correístas duros). Aspiro que el ‘Sí’ a la consulta popular sea una puerta de inclusión social y dote de poder político al Presidente.

[email protected]