La realidad es que solo cuatro de cada 10 personas de las 8.2 millones de personas que conforman la Población Económicamente Activa,tienen ingresos no menores al salario mínimo y trabajan la jornada legal de 40 horas a la semana. El resto se mueve entre los ciudadanos que tienen un empleo inadecuado o no tienen empleo, así de simple. Los datos de la reciente Encuesta de Empleo, Desempleo y Subempleo del INEC, en el tercer trimestre, obligan a reflexionar, sin prejuicios políticos, sobre lo que realmente significó la llamada ‘década ganada’.
Sin los ingresos del Estado en el apogeo de la llamada revolución ciudadana, reforzados con abundantes y abusivos préstamos externos e internos, el gobierno del presidente Moreno tiene una dificultosa tarea por delante. La creación de empleo fue la bandera política que enarbolaron él y su partido, entre otras, en las elecciones que concluyeron con su victoria en mayo pasado. Ahora los ingresos son magros y las medidas económicas planteadas con tanta cautela tal vez no abonen mucho en el cumplimiento de esa promesa electoral.
Las cifras relativas con que se dan los resultados de la Encuesta, para la mayoría de la ciudadanía pudieran dar la idea de que en cuanto al empleo, empleo inadecuado y desempleo las cosas no van tan mal. Sin embargo, cuando se habla de números concretos se descorre el velo de un problema grave que se traduce en cientos de miles de familias en conflicto, con mesas servidas precariamente cada día y tal vez por una sola vez. ¿Cómo hablarles, sin faltar a la decencia, de logros del pasado reciente?
La creencia no es el principio, sino el fin de todo conocimiento”. Goethe Poeta y dramaturgo alemán (1749-1832)
Buscando las cosas inciertas, perdemos las ciertas”. Plauto Dramaturgo romano (254 AC-184 AC)