Dos hermanos colombianos quieren llegar hasta Argentina en moto. La pareja pasó por Quito y contó su historia.
Dos meses y medio les tomó a Carlos Sánchez, de 23 años, y a su hermana, Angie, de 21, llegar a Ecuador procedentes de Colombia a bordo de una motocicleta, en un periplo que lo empezaron en Bogotá, su ciudad natal, y los llevará hasta Buenos Aires, Argentina.
A esta travesía la han bautizado como “rodando por un sueño”, y surgió hace más de medio año atrás, cuando Carlos empezó a ahorrar lo que ganaba como operario en un centro comercial con tal de acondicionar su moto y rescatar a su hermana de la “cárcel” en la que se había transformado su hogar.
Para Angie se trata de un viaje impensable, pues el único mundo que conocía era su casa, ya que sufre de parálisis cerebral esvástica, un mal que afecta a los tendones y articulaciones de su cuerpo que le impide caminar.
Considera a un hermano como un “héroe”, pues además de llevarla a conocer lugares a los que nunca pensó ir, cree que esta es una buena alternativa para recaudar unos 66 mil dólares que le permitan costear una operación que le devuelva su movilidad.
Carlos, quien además dejó en suspenso sus estudios universitarios en la carrera de Educación Física, destaca la hospitalidad de cada sitio en los que ha hecho paradas, cada día recorre tramos de 200 kilómetros.
A Quito llegaron el jueves pasado, donde fueron recibidos por una asociación de motociclistas, quienes se encargaron de hospedarlos y de llevarlos a conocer paraderos turísticos como El Panecillo y el Palacio de Gobierno.
Para este fin de semana tenían previsto llegar a Montañita, en Santa Elena, y disfrutar de una competición de motociclistas viajeros, antes de conocer Guayaquil, y dejar el país para continuar su ruta hacia Perú.
En territorio peruano planean conocer las famosas Líneas de Nazca y Machu Pichu, además de reunirse con una tribu indígena. Luego irán a Chile, planean pasar el fin de año en Viña del Mar, visitar la isla de Pascua y una piscina, que según les han contado, es la más grande del mundo,
Angie es una aficionada al fútbol y planea conocer en Argentina a la exgloria del fútbol de ese país, Diego Armando Maradona. Carlos espera que él le regale una camiseta autografiada y unos tenis para poderlos subastar en Colombia.
Calculan que llegar a su destino les tomará seis meses, y otros siete en regresar a la capital colombiana, donde los esperan sus padres y tres hermanos, uno de los cuales también tiene paralizadas sus extremidades inferiores.
“Rodando por un sueño” no ha estado libre de contratiempos, como el que tuvieron en Popayán. Allí tuvieron un accidente. Carlos resultó con una fractura en la clavícula y en el tobillo, que le tomó un mes recuperarse.
Parte de sus incidencias las van publicando en su página de Facebook, donde cuelgan fotografías y videos de su aventura. (RVD)