Corresponsabilidad

AUTOR: Ángel Polibio Chaves

Frente a la aparición de drogas sintéticas cada vez más fuertes y “económicas”; ante tantos y tantos problemas de corrupción; mirando con tristeza el espectáculo de la violencia, casi resulta un lugar común tornar la mirada a aquello que llamamos EDUCACIÓN.

Quienes tenemos ya algunos años de vida recordamos que nuestros padres acudían a la escuela muy pocas veces; en ocasiones para compartir la satisfacción de algún logro alcanzado por sus hijos o tal vez, porque alguna travesura ameritaba la presencia de “un representante”.

Hoy veo con alegría que es cada vez más frecuente la presencia de los papás en las escuelas y colegios, ya no para aquello que antes los convocaba, sino para ser partícipes del proceso de formación de sus hijos. A veces también escuchamos a otros padres criticar aquello y sentir fastidio por tener que asistir a esas reuniones, aduciendo generalmente falta de tiempo o poca utilidad de las mismas, sin pensar que el tiempo que posiblemente dedicarían a este fin, les puede ahorrar más tarde, mucho tiempo en tratar de enmendar las situaciones en las que sus hijos, ante la poca preocupación de sus progenitores, pudieren hallarse involucrados.

Y es que la EDUCACIÓN no es tarea solamente de los maestros, es sobre todo una labor conjunta de la familia y la escuela; son dos elementos sustanciales que marcan los procesos formativos de los niños y jóvenes de hoy, que deben vivir circunstancias que para nosotros resultan inéditas, pero que están allí, acechándolos, persiguiéndolos, tentándolos…

La EDUCACIÓN entonces es corresponsabilidad de padres y maestros, de familia y escuela; es una tarea indelegable, como es indelegable el mirar de frente a los ojos de nuestros hijos y encontrar en ellos el cariño, la esperanza, la confianza; la mirada siempre debe tener una respuesta limpia, directa, sincera.