La estrategia de la campaña

Jaime
Duran Barba

Joseph Napolitan, el fundador de la consultoría política, decía que para ganar una elección es indispensable tener el candidato adecuado y que se pueda comunicar que lo es. El candidato es una persona concreta, con virtudes y defectos, pero los electores votarán por lo que conocen de él, no por una esencia que escape a sus sentidos.

Las campañas electorales modernas usan estrategias elaboradas profesionalmente, basadas en investigaciones demográficas, electorales, antropológicas y psicológicas cuantitativas y cualitativas. Integrando esas investigaciones se cuenta con una base para conocer la realidad, cómo la percibe la gente, y si esas percepciones conducen a los ciudadanos a votar de una u otra manera. Antiguamente la estrategia se elaboraba en base al olfato del candidato y la experiencia en otras campañas.

Algunos creen erróneamente que necesitan marketing, y se entregan a la creatividad de publicistas y relacionadores públicos que diseñan campañas de plástico. Esto no tiene sentido. La política es política. Se la puede hacer desde la superstición y el mesianismo o desde la formación de equipos que usan herramientas científicas.

La estrategia no puede estar en la mente de nadie, abarca muchos temas que sólo se pueden desarrollar de manera escrita. Se expresa en un documento que el candidato y su equipo estratégico discuten y aprueban sobre el borrador presentado por profesionales. Esto supone tiempo y esfuerzo intelectual en una época en la que está en desuso prepararse y pensar. La estrategia es una ruta dentro de la cual se realizan todas las acciones de la campaña. Cuando alguien empieza la campaña como un candidato sencillo, que oye a la gente común, no puede ser después un político intemperante.

No tiene éxito un candidato cuando quiere pasar de principal contendor de un partido a encabezar sus listas y cuando no le aceptan vuelve a atacar a quienes quería tener de compañeros. Tampoco tiene estrategia un candidato que dice que puede ganar después de haber labrado una imagen de perdedor sistemático. Una campaña con estrategia evita ese tipo de incoherencias.

*Profesor de la GWU. Miembro del Club Político Argentino.