PAIS de infierno

CARLOS CONCHA JIJÓN

Los actos de corrupción pululan en el firmamento ecuatoriano, con luminosidad de espanto, panorama espeluznante que estremece y hace hervir la sangre de indignación por las atrocidades cometidas por las bandas de saqueadoras de la riqueza nacional, que anidaron y germinaron en el gobierno de AP que sirvieron la mesa, saborearon y deglutieron el banquete atroz correísta de robos, dejando la mesa sucia con restos pestilentes de inmoralidad que han producido en el pueblo ecuatoriano asco y la más grande indignación.

Parecería mentira que en diez años de corrupción ese gobierno no haya avizorado la trama impuesta por las mafias para llevarse en cantidades inmensas el dinero del pueblo ecuatoriano. Altos funcionarios del gobierno de AP se han visto empantanados en actos reñidos con la moral pública y en su trajín no perdieron un minuto en maquinar para despellejar la economía nacional, pues, como se dice: “no se llevaron solo ‘el santo y la limosna’, sino también las iglesias”.

La frase: “el atraco del siglo” queda corta, porque aquí en nuestro país se realizó el atraco más grande de nuestra historia. Existe un interminable número de altos funcionarios del exgobierno correísta que están en cola para ser juzgados, existiendo en la fila desde Vice de la República, pasando por ministros, altos ejecutivos, contratistas, subcontratistas, etc.

Los sobreprecios de manera general como dólares mal ganados, fluyeron licuados por las tuberías de corrupción y pasaron a alimentar las ambiciones de los “enloquecidos por el dinero”, personas sin escrúpulos, indignos de nuestra Patria.

Hoy sabemos la manera sagaz e irresponsable como se manejaron los medios públicos, ocasionando millonarias pérdidas al país y la manera servil, como fueron utilizados en las sabatinas en contubernio con el gestor del fantasmagórico socialismo siglo XXI, quien está obligado por voluntad propia o por llamado de la justicia, a rendir cuentas a nuestro pueblo.

[email protected]