Dos alas

Freddy Rodríguez

Los medios de comunicación nos dan noticia de un hecho alarmante: Alianza PAIS, el otrora movimiento político monolíticamente unido e inquebrantable, es hoy un grupo que, cual ave de mal agüero, tiene dos alas.

Una de las alas, no sé si la izquierda o la derecha, apunta a un pequeño ático en la señorial Bruselas, y sigue a pie juntillas los designios del auto exiliado líder histórico del movimiento; otra de las alas, tampoco sé si la izquierda a la derecha, apunta hacia el Palacio de Carondelet, y apoya irrestrictamente al sucesor del ex jefe de todos los jefes, olvidándose de que están donde están gracias al antecesor. ¡Qué ingratos! Muy divertida está la confrontación entre estas dos alas, ya que sus personajes no se han alineado a uno u otro bando por razones ideológicas, sino más bien en base a la empatía con quien consideran su líder.

Unas muestras: en el ala “correísta”, que la podemos llamar “la del ático”, están variopintos personajes, identificados como preclaros y recalcitrantes revolucionarios, como Ricardo Patiño, el de los pativideos y la valija diplomática, Virgilio Hernández, dizque luchador por las causas de los desposeídos, Gabriela del Yamor, la de los consejos culinarios, Marcela Aguiñaga, la de los errores de buena fe, Soledad Buendía, quizá la más fanática, Carlos Viteri, famoso por su lindo penacho, Fernando Alvarado, quien manejó la información en el década ganada, en la que paradójicamente perdieron los medios de comunicación incautados, y claro Jorgito Glas, quien se concedió a sí mismo vacaciones.

En el ala “morenista”, que la podemos mencionar como “la de Carondelet”, están aquellos que antes le juraron amor eterno a su antiguo líder, pero que hoy están disfrutando de las mieles del poder burocrático, a saber: Ma. Fernanda Espinosa, admiradora de Nicolás Maduro, Fánder Falconí, el más filosófico, Augusto Barrera, recordado por su pérdida de la Alcaldía de Quito gracias al “apoyo” del ex Presidente, José Serrano, líder de la Asamblea, Ma. Alejandra Vicuña, antigua militante comunista, y muchos prestantes empresarios acomodados en las esferas del poder. ¿Quién ganará la pelea? Solamente el tiempo lo dirá.