Fuera de la Vicepresidencia

La destitución por parte del Contralor del Estado a JG del cargo de vicepresidente, el que no ejerce por estar detenido, con la solicitud de unas cuestionables vacaciones, que le permitirían seguir aferrado a una función en la cual no supo actuar con la transparencia inherente a tan alta designación, ha hecho que su salida de la vicepresidencia se vuelva un proceso irreversible. Un vicepresidente cesado de sus funciones, que se halla tras las rejas, investigado por la Fiscalía General del Estado, bajo pedido de destitución por la Contraloría, percibido por la mayoría de ciudadanos como uno de los más visibles protagonistas de la corrupción en la década correísta, como ya lo dijo el propio Lenin Moreno: “Todos los dedos los dedos lo señalan…” porque mantiene esa tozudez en seguir en un cargo al que jamás hizo honor.

Con seguridad su última esperanza son los disminuidos correístas fanáticos de la Asamblea, aquellos que continúan como marionetas a control remoto, obedeciendo las ordenes de su otrora poderoso y hoy desdibujado caudillo, aquellos que quieren pegar con saliva las partes fracturadas de un partido político que demostró ser tan frágil como el vidrio, uno de estos dogmáticos, aquel que nunca se “enteró” de los abusos a los niños en las escuelas, el responsable de la debacle organizacional y ética de la educación básica y media, expresó sin empacho ante la desbandada verde azul: “esto no estaría pasando si tuviéramos aquí a nuestro líder.” Obvio que no, le damos toda la razón, que divergencias pueden haber si uno sólo es el que piensa y los demás se limitan a obedecer; tal vez menos ovejunos del rebaño hubieran salido del corral si tenían a su amo blandiendo sobre ellos el látigo del autoritarismo inflexible y omnímodo.

Aunque casi nada nuestro Fiscal ha investigado, se ve forzado a actuar por la fuerza de las circunstancias, la vorágine de implicaciones en la trama de corrupción han llegado de Brasil, de USA, de Panamá, tal vez con otro Fiscal el número dos ya estaría sentenciado y estaríamos tras el número uno. Pero retomando el tema de la salida definitiva de JG de la vicepresidencia, pensamos que por un mínimo de dignidad y amor propio, demostrando que aún le queda vergüenza, debería inmediatamente renunciar.

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