El sapito

POR: CARLOS TRUJILLO SIERRA

De mis primeros años escolares, recuerdo uno de los juegos aritméticos que, en clase, teníamos que resolver, éste es uno que tiene que ver con un sapito, en el fondo de un pozo de 10 metros de profundidad, trataba de salir trepando las paredes 3 metros por día y se resbalaba dos. ¿Cuántos días se demoraba? Resuélvalo usted ahora con todo el criterio que ya tiene. RC nos mandó al fondo del pozo por 300 años.

En su presidencia, Rodrigo Borja (1988-1992) dictó un decreto o resolución o disposición que dio cinco años de plazo para que todos los maestros que no tenían título docente debieran sacarlo en los institutos o facultades de Filosofía y Educación.

Fue una disposición gubernamental, conocedora de la realidad educativa, para elevar el nivel del maestro y por ende el de la educación. No proteste, por referirme a un gobierno nefasto: 15 años más tarde, el gobierno de RC cancelaba cientos y tal vez miles (en Esmeraldas se habla de más de 200 maestros cancelados) y se inicia una larga década de numerosísimos nombramientos a dedo. Mientras más servil, más seguro en el cargo. Ahora vemos en la TV a una Directora Distrital con 8 años en el cargo que, ella lo dice, nunca antes trabajó en Educación. Todavía hay profesores resentidos, porque yo ya jubilado no pude tragarme la estafa de esa excelencia académica revolucionaria.

Esto se convirtió en una olla a presión, herméticamente cerrada. Si me duele o incomoda es ver las lágrimas y el nerviosismo de profesores Universitarios (algunos extranjeros) tal vez bien pagados pero maltratados, acosados por autoridades universitarias con ínfulas de mayordomo de hacienda, autoridades que nunca llegaron a ganar los sueldos exagerados si no con la condición de repetir las mentiras del patrón RC.

Llegaron al colmo de insultar revolucionariamente a los pueblos amazónicos. El desprecio a las masas, indígenas o no, están en Yachay y ahora cinco meses después del descenso de la cabalgadura se destapa que también IKIAM, la tecnológica de la Amazonía, fue así mismo una cueva de Rolando.

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