Mama Negra y turismo

POR: LUIS REINOSO GARZON

Cuanto desearían otras ciudades tener la afluencia masiva de visitantes que tiene Latacunga para disfrutar de la fiesta de la Mama Negra, llena de vistosidad, alegría, color, arte, de sus comparsas que bailan sin cesar al son de nuestra música nacional, que desde luego se destaca además la elegancia de sus trajes en cada uno de los personajes. Pero lamentablemente no se ha podido manejar esta oportunidad que todavía ameritan algunos ajustes como el caso de los priostes e invitados de honor que envés de desfilar con un amplio séquito de poncho y sombrero sin hacer ninguna gracia, se ubiquen en la tribuna, para que disfruten del evento.

Esta decisión permitiría que las comparsas luzcan en todo su esplendor y el desfile sea más fluido y el tiempo se acortaría para que el espectador no sea torturado por horas de espera bajo un calcinante sol; igual las autoridades no deben desfilar deben admirar el acontecimiento desde la tribuna.

Pero el visitante, no viene a ver un desfile de ponchos y sobreros, quiere ver otros atractivos, quiere conocer lugares compartiendo vivencias que enriquezcan, les interesa la gente sencilla, sus recursos naturales, su cultura, sus historias, sus trabajos, sus comidas, cosas propias y particulares de cada lugar; ahí están nuestros preciosos templos y santuarios, que con guías preparados muestren estos atractivos.

Organizar en los barrios festivales, exposiciones, ferias, de comida típica, exposición de artesanía manual, artesanal, tecnológica, porque que ni siquiera tenemos una postal de la Mama Negra. Otro barrio podría organizar ferias de productos naturales, frutas, granos, exposiciones de tejidos; un festival de música local, ventas de recuerdos; en fin muchas actividades se pueden realizar; pero no hay iniciativas para tener una ciudad admirada por los miles de visitantes.