Correístas declarados

Agustín Sánchez

Un grupo de 23 legisladores de un total de 74 que integran el bloque oficialista en la Asamblea, han reconocido como su líder al ex presidente declarándose Correístas, en una fiel muestra de los incurables efectos que produce el caudillismo en la política, especialmente en Latinoamérica, y las consecuencias de no trabajar en función de un plan de desarrollo sino partidista como ocurrió con la mal llamada “Revolución Ciudadana”.

Dentro de un comunicado público al que se adhieren quienes integran este bloque Correísta, han ratificado su “lealtad” y defensa a los “principios” de la revolución liderada por Correa, y claro, no sorprende ese generoso desprendimiento de lealtad a un proceso del cual se sirvieron para escalar en puestos públicos acomodando amigos y familiares. Pero ese ímpetu de apoyo poco a poco se irá diluyendo, en medida que la verdad sobre el abuso de poder y despilfarro de fondos públicos siga apareciendo, más aún cuando la Contraloría y a pasos de tortuga la Fiscalía, se empiezan a desalinear de las prácticas monopólicas de oscuro proceder, y establecen glosas o vinculan en hechos delictivos a figuras fuertes del Correísmo. El vivo ejemplo es la Asambleísta Carrión, quién estuvo dispuesta a quemarse las manos por el hoy Vicepresidente acusado de asociación ilícita, y que ahora poco a poco toma distancias para “arrimarse” al nuevo circulo de poder.

Que tan acostumbrados estaremos los ecuatorianos a estas malas prácticas, que no genera una reacción ciudadana de rechazo que realmente tome forma. Es cierto, el actual presidente ha bajado la tensión política permitiendo que las “cosas fluyan”, pero mientras se pretende que los actos delictivos cometidos por una red enquistada en el poder sean sancionados, quienes estuvieron junto y detrás del poder siguen acomodándose en el nuevo gobierno siendo menos visibles, eso sí, sin perder sus privilegios a los que se mal acostumbraron en la década para ellos ganada.

La consulta será un termómetro político, previo a la cual Moreno se muestra tibio en la aplicación de medidas económicas que son las que deben atacar el problema de fondo, pero que procuran cuidar el capital político acumulado. Esperemos que los tiempos y estrategia política en ejecución, tengan como resultado justicia, fin de la impunidad condiciones económicas que generen desarrollo, y no más paternalismo tan propio del Socialismo del SXII.