LUIS REINOSO GARZON
La gran Muralla verde de árboles que cruzará todo el continente africano, con 8 mil kilómetros de longitud y 15 Km, de ancho, que al final tendrá un costo de 8 mil millones de dólares, ayudará a mitigar los efectos del cambio climático y que ya está cambiando la fisonomía de las zonas áridas de los 11 países por donde atraviesa este proyecto que apoya a los agricultores a mejorar las condiciones ambientales favorables para sus cultivos.
Este proyecto se puso en marcha desde el 2007 y continúa con gran entusiasmo en donde ya existen testimonios de muchos, sobre los resultados, especialmente de Senegal en donde se inició el programa que lo tomaron con mucha seriedad, después de haber sufrido largas sequías miseria, enfermedades, hambre y migraciones. Muchos científicos y participantes de esta gran empresa afirman que dentro de algunos años, al cruzar el enorme desierto del Sahara de norte a sur nos toparemos con un muro de árboles y sabremos que ha llegado el final del desierto.
Como en cualquier parte del mundo cuando no hay árboles, el viento, la radiación se encargan de erosionar el suelo; pero ahora esa región está protegida, las hojas sirven de abono y el follaje incrementa la humedad del ambiente y ofrece sombra, así que ya no es necesario regar tanto como antes de este gran proyecto; así mismo dicen antes no había trabajo ahora sí; ha mejorado nuestra economía, porque se cultiva muchas hortalizas, frutas, hierbas medicinales por menos dinero.
Los pueblos africanos ahora entonan cánticos de felicidad y alaban a los árboles y al muro vegetal.
En nuestro país donde ya se advierten los efectos del cambio climático, no solo tenemos acacias, sino disponemos de decenas de especies que resisten las sequías para vencer la erosión y la desertificación, es probable que todavía haya tiempo no lo desperdiciemos.