Luque y Román triunfan en la corrida de aniversario de Riobamba

Temple. Daniel Luque toreando con la mano derecha. (Foto: Andrea Grijalva)
Temple. Daniel Luque toreando con la mano derecha. (Foto: Andrea Grijalva)
Alternativa. Julio Ricaurte se convirtió en matador de toros. (Foto: Andrea Grijalva)
Alternativa. Julio Ricaurte se convirtió en matador de toros. (Foto: Andrea Grijalva)

Notable fue el resultado de la corrida de aniversario en la plaza Raúl Dávalos.

Por: Santiago Aguilar.

Los matadores de toros Daniel Luque y Román fueron los triunfadores de la corrida de toros celebrada este sábado en la plaza de toros Raúl Dávalos, de Riobamba, en la que, además, el torero local Julio Ricaurte tomó la alternativa. La terna lidió un interesante encierro de toros de la ganadería de Peñas Blancas.

La faena más importante ocurrió durante la lidia del cuarto de la tarde, un buen toro al que Luque le estructuró un trasteo de muleta de correcto planteamiento técnico. Fueron repetidas las series por los dos pitones en las que la colocación y el temple permitieron la confección de largos y preciosos muletazos, previos al adorno con las ‘luquecinas’ marca de la casa que impactó en el graderío al igual que la rotunda estocada con la que aseguró las dos orejas.

Al primero de su lote lo lanceó bien de capote en media docena de verónicas de planta quieta sometiendo al animal. Con la tela roja el muleteo fue dominador y breve; al final, otra vez, su efectividad con el acero y el vuelo de pañuelos blancos impusieron la entrega de una oreja.

El debutante Román también recibió el doble premio del tercero al que toreó con variedad con la capa en una creativa mistura de verónicas y chicuelinas rematadas con una sorpresiva larga cambiada rodillas en tierra que emocionó al personal. Tras el brindis al público se pasó a la exigente res en terrenos próximos a las tablas en valentísimas tandas sobre las dos manos, adobadas con apretadas manoletinas finales con la plaza ya entregada; al manejar el acero cobró una estocada trasera que fulminó al toro con el consecuente corte de orejas.

En el quinto fue ovacionado tras un quehacer voluntarioso desarrollado en espacios de cercanías ante un oponente de corta duración con el que confirmó su voluntad y capacidad.

El riobambeño Julio Ricaurte no logró triunfar en la tarde de su alternativa pese a contar con el mejor lote de la corrida. La falta de rodaje más la enorme presión que supone ascender al escalafón superior en la plaza de su tierra junto a dos figuras, terminaron por pesar al joven lidiador al punto que no logró acoplarse con los ejemplares que enfrentó. En su primero escuchó los tres avisos y en el que cerró el festejo, una res de notable condición, los pinchazos malograron su entonado quehacer. Pese a ello una generosa ovación despidió al paisano en tanto que Luque y Román fueron paseados en hombros de los parroquianos.